La revolución no es necesariamente la lucha armada;eso en tal caso es lo que el poder quiere que pensemos,el arma del poder es el sometimiento,con lo que consigue provocar el miedo y un respeto casi divino,pero aunque tus rodillas tiemblen,aunque por dentro de tu ser se muestre con dolor la sombra de tu propia traición, porque una vez más has caído en la sumisión,porque no has estado a la altura de los acontecimientos y de nuevo te has dejado llevar y someter por terceros en tus haciendas del día a día no creo yo que sirva de nada el arrepentimiento,esta es para mí una de las claves del proceso de autoconciencia,no tienes de nada que arrepentirte ni nadie tiene que perdonarte.Es un hecho positivo el darse cuenta de los errores,o más que errores es mejor y quizás más correcto hablar de las dificultades,quieres ser más valeroso en tus decisiones,buscas el equilibrio de tu conciencia y los hechos,igual ya estás en el camino,sí,aunque no lo creas,piensas de tí que no das la talla de "verdadero revolucionari@"...,pero repito,la revolución no es necesariamente la lucha armada,no es el conflicto de tus mareas interiores y batallas,no le has dicho lo que pensabas a la cara,no escupistes la verdad ni en sus ojos ni en su cara,le llegaste hasta dar la mano...pero sin embargo cada mañana que te levantas,haya salido el Sol o aun esté la nublada luna buscas rápidamente las primeras noticias del día y lloras de rabia descontroladamente y con la fuerza de la tormenta levantas batiente tu puño cerrado y gritas en tu cueva ¡libertad!.No son las dinámicas de la vida compensaciones de errores sino dificultades que se presentan y que hay que ir solventando.El discuurir histórico de una nación en un imperio lleva aparejada una u otra tendencia de mayor o menor sometimiento o respuesta reivindicativa desde su propia situación geográfica,de la misma manera que el carácter de los pueblos del Norte no es el mismo que los pueblos del Sur.Las trincheras de la libertad son muchas,grandes escritoras y escritores hay de una pluma incalculable que luego en su oratoria sufren de más hostilidades interiores,¡las trincheras de la libertad son generosas!,tanto es así que el discurrir revolucionario está lleno de falsedades también,de pactos hipócritas entre naciones que se necesitaron la una a la otra,esto es así muchas veces en el camino de la libertad,hay que jugar con todas las bazas;en donde nunca hay que bajar la guardia es en el deseo de conocimiento,¡Huir de la ignorancia!,es esto de relevante importancia pues a medida que se incrementa la sabiduría aumenta el hábito de la inteligencia y el uso de la costumbre inquebrantable y serena,pues nos brinda el espíritu del saber la confianza necesaria para sentirse uno mismo más dichoso en este tortuoso mundo pero a la vez tan maravilloso,y dicho sea de paso,es admirable el ver como la sabiduría nos hace a la vez impregnarnos de un sentido del humor cada vez más sabio e irónico.
_xurxo fernandez gonzalez_
_xurxo fernandez gonzalez_