Antes, al principio del
siglo XIX, más o menos, en Europa y América las niñas y los niños al jugar se
subían más a los árboles, y los tiranos no es que fueran más criminales que
ahora, sino que necesitaban abrirse paso por medio de las armas, simplemente
luchaban para ver quienes iban a ser en el futuro, hoy el presente, los
magnates de las multinacionales, la clase privilegiada de las familias de la
gran mafia, masacrando a la población Ahora, las niñas y niños al jugar se
suben menos a los árboles
La población fue
creciendo, y la miseria también por las dos terceras partes del planeta. Mientras,
en parte de Europa Occidental y América
del Nordeste se iba conformando una élite poderosa, que con el fin de la segunda
guerra mundial asentaba las bases de un
sistema que oprime y deja morir de hambre. A la vez, ese mismo sistema
capitalista robaba las fuentes de riqueza a una buena parte del continente africano y Oriente Medio.
Mientras, America Latina proclamaba
su independencia;¡abajo los virreyes!; pero el estamento privilegiado, el que
dio lugar a la burguesía que se tenía que ir conformando, (sistema capitalista,
que progresaría en su avance favorecido por los avances científicos y tecnológicos)
dejaba el poder en manos de los antiguos
nobles castellanos , hidalgos vascos de oficio navegantes que allí colonizaron,
traidores de Euskal Herria, que establecieron linaje desde los tiempos de Isabel la Católica, hidalgos portugueses que entraron por
Brasil, venecianos, genoveses, marselleses…,son los que luego gestionarían casi
todo el discurrir político de las naciones y pueblos de América Latina : liberales,
conservadores ,radicales, nacionales,colorados, de todos los
colores, para que quede claro,de todos los colores del imperio colonial e inquisidor
Desaparecida la ilusión
por poder participar en otro sistema, habituándonos al clima de la
competitividad, nuestras vidas se transforman en máquinas de las que se exprime
hasta el sudor que se transforma en oro negro, esclavos
y esclavas de los mercados que nos roban, la codicia de unas y unos pocos y la
miseria de muchas otras y otros.
Ahora es el momento en
que el valor real del mercado tiene que ser sustuido por el valor solidario de
la gente que condiciona un pueblo, este debe ser el valor real. América Latina
aventaja a Europa en esto, y no digamos a EE.UU., el más subdesarrollado e
ignorante de todos los imperios.
xurxo fernandez gonzalez