sábado, 10 de septiembre de 2011

Mexico quiere escuchar su voz

¿Se puede? ….¿hola?, estaba en la recepción del club, al que había solicitado su ayuda y alianza.
-Sí.. Buenas tardes, espere un momento, por favor…
Adolfo Juárez, estaba intranquilo esa mañana, su alta estatura contrastaba con su nariz corva, y unos ojos pequeños pero zigzagueantes. Sus pestañas, grandes ellas, dormitaban complacencia para con esos dos luceros irritantes…, como justificándolos y protegiéndolos a la vez; sus manos parecían dos navajas afiladas buscando comprensión, y sus piernas ahora frágiles y vacilantes, ponían, si aún cabe, más tragicomedia al compendio de su espantada figura.
-Bienvenido al club de la felicidad duradera, enseguida se abre esa puerta y ya le atiende el responsable de nuevos contactos, esperamos de Ud lo mismo que Ud de nosotros, comprensión y…. …_Ñiaaahhhhcc!!_
....y la puerta se abrió quebrada, con ese chirrido estridente que preconiza la vejez….matiz que, desde luego, contrastaba mucho con el conjunto armonioso y de diseño de la casa, toda ella equilibrada en confort y estética.., ¡Y Adolfo no atinaba..!, el ruido estruendoso de la puerta que lentamente se iba abriendo, desenfrenó, si cabe más, el cuchicheo de sus piernas, y se tuvo que agarrar a la mesa de caoba. Su mirada era hielo y desesperación…; entonces se hizo silencio, hasta el viento paró de lamentarse.
¡De esa habitación salían, como por efecto propulsor, unas tenues emisiones, mezcla de misterio y esperanza…! eran  sonidos como de ondas  de una radio que buscan compartir, y no encontraban cobijo, en equilibrio con otros sonidos, sonidos de pisadas…, pisadas que venían de esa puerta quebrada, pisadas que entonaron su canción de acto de presencia, las huellas de la esperanza, pisadas de firmeza, de profunda voluntad y fiereza grácil… pisadas que iban dejando entrever la nueva figura. Y de la oscuridad que de esa habitación salía,…apareció ella.
Era una mujer de tez negra, negra como el carbón, corpulenta y a la vez ligera, decidida y jovial, parecía como si todo se moviera en torno a su presencia, ..Su mirada despertaba confort, y sus palabras eran bálsamo de las heridas de fe ciega o de mala acometida, de heridas de puñalada traperas
-Como está Ud, señor Adolfo, encantada de poder servirla…,venga, venga conmigo, allá arriba hay otra sala de proyecciones….!!, me interesa que vallamos ahí
Junt@s, se disponían a subir por una muy larga escalera de caracol,
-pero…empiece , empiece Ud,..Coménteme..
Aturdido por el desarrollo de los acontecimientos, pero, más calmado ya, Adolfo, empezó a argumentar
-Verá, yo nací y me crié en Pasadena, allí vivíamos los dos, mi mujer y yo… la vida allí es muy dura, créame,…ahora estoy solo….solo.., a mi mujer la asesinaron, era ella de El Paso, estaba esperando un hijo y la mataron.., a los dos….¿por qué,…Dios mío…, ¿por qué?...
Gimiendo de dolor, llorando como un niño desterrado…¡Aquí funciona así!, pensaba…, aquí funciona así…., y un día llegan dos pendejos, llaman a la puerta de tu casa, y te empiezan a amenazare y te escupen en la cara:
-Lo han entendido, colaboración…, ustedes los que viven en el campo conoceis muchas cosas…sí, es preciso, la labor de ustedes es la de colaborar y denunciar a todo aquel nativo mexicano, que pase o quiera pasar a nuestras benditas tierras Yankees, ¿entendido?
-Ese triste día que a mi casa  llegaron, así ellos mismos me contaban ,yo estaba solo, mi mujer había ido a El Paso…me extrañaba en ella tantas idas y venidas..Pero al fin y al cabo era su pueblo, el que la vio nacer…yo no sospechaba nada, …pues por aquí la vida es muy dura, créame, ..Como digo…muy dura, o estás con el explotador o te acaban quitándolo todo. Y ese día me lo contaron …, mi mujer, al parecer, colaboraba pero en el sentido contrario, y ahora a mi mujer la mataron, así me lo explicaron y yo…., abatido, ¡no pude contener mi ira!, aproveché un momento de despiste, cogí culata y los maté, descerrajé toda la asquerosa canana en sus pechos, en sus caras, por todas partes de sus cuerpos, que se tornaron frágiles, inertes. Cerré en ellos todas las balas de odio que llevaba, …lleno de dolor, mientras se me venían a la mente imágenes de mi joven esposa y el niño@ que esperábamos…,imágenes de la pobre gente acosada allá en tierras mexicanas, que buscaban una salida, ¡ella les procuraba dar cobijo y ternura!…¡OH, Dios mío, era ella tan buena!…¡Dios mío....!...¿Por qué la abandonaste?, que hubiesen caído en mí todas las culpas y martirios, como cien lenguas de fuego, pero ¡Dios mío, ella no!…y sus ojos dirigían lágrimas de comprensión, de ayuda, de silencio trágico ante la impotencia….
-Bueno, venga, tranquilícese, tome el tiempo que quiera, comprenda que le hemos escuchado, ha compartido su dolor…ese es el primer paso.., Ud sufre, y nosotros estamos aquí para poder ayudarle…, hemos leído con toda la atención su @mail; ud ahora quiere solidarizarse también.., como su mujer lo estuvo haciendo con los nativos de México. Ese sentimiento, después de un revés como el que Ud ha sufrido, es inherente a las personas, pero no todas se atreven a dar el salto….
-Sí…eso es, quiero colaborar…Sí, eso…quiero.. Yo quiero…yo, yo yo, yo quiero.., pero no se cómo…por mi mujer y mi hij@, por el mundo entero, solo estaré libre de martirio si así adquiero el conocimiento necesario…¡No sé como, pero yo…!
La mujer encendió las luces de la sala
-Mire, observe….este otro mundo,
Lo que vió era alucinante, no era ya eso una sala, sino un infinito espacio que decora la libertad. Solo al entrar en ese receptáculo comprendí que había motivos para sentirse ilusionados.Mapas geográficos intermitentes, como enlaces en los huecos más frágiles de las paredes, pantallas electrónicas, unas grandes, las otras intercomunicadas, video conferencias abiertas y centralizadas, sonidos de la Naturaleza y un largo etcétera…,niñ@s de todos los colores con sus manos entrelazadas, conexión con la Naturaleza con una especie de un eterno invernadero adosado, donde las plantas, de muy diferentes sabores y bien tratadas, eran excelsas en gratitud, y germinadoras ellas de nuevas semillas de prosperidad…; era una sala enorme, indescriptible, infinita diría yo…la gente que ahí estaba se paraba contigo a conversar, te invitaban a esto y a aquello, prestos en colaborar, en introducirte en la fuente de toda sabiduría, en la comprensión para con el ser más débil….
-Usted si así lo desea, permanecerá aquí el tiempo que hiciese falta, y si sus convicciones, después de experimentar con las cosas que aquí observa, si sus convicciones, como digo, no se quebrantan…Bueno, para ello, tenemos respuestas, siempre desde la solidaridad de los pueblos unidos y oprimidos….hay miles de formas de colaborar si uno quiere…y nosotros estamos aquí, sin ánimo de lucro, pero con la sostenibilidad necesaria para este megaproyecto…
-Si, sí, …sí ….dichosos ustedes, que sirven de puente entre el oprimido y la verdad
Ahora Adolfo estaba más tranquilo, más calmado, sabia que había una puerta abierta, la inmensa puerta de la esperanza, ahorra chrria en la conciencia de las personas, algo nuevo está pasando, se decía para sí..
Y sus manos se convirtieron en pedazos de pan, y sus piernas, aunque frágiles seguían, por otros motivos era, la ilusión de un nuevo mundo…
Ilusiones en que tú, yo y tod@s nosotros podamos algún día abrir nuevos caminos, nuevos lazos de hermandad que nos aúnen, y poder llegar al final felices, después de tantos tortuosos zigzagueos y desafecto.

_el jueves, 14 de julio de 2011 a las 13:16_