domingo, 13 de noviembre de 2011

Cuidado con los Nazis

Hitler, en Polonia, en 1939, una vez que la conquistó, eufórico comentaba.Me he vuelto a vestir con aquella guerrera que para mi significaba lo más sagrado y valioso. Sólo me despojaré de ella después de la victoria, o yo no sobreviviré a este final. Ayer, en Oslo, en la Isla de Utoya, uno de sus soldados,fervorosamente,cumplía órdenes…,¡No os preocupeis!,¡Yo me sacrifico!, todo sea por el advenimiento del IV Reich, Heil, mein Führer, Heil Hitler!.
Jens Stoltenberg, que así se llama el lunático soldado nazi,cumplió uno de los sueños de todo guerrero convencido, dar su vida por el advenimiento del “Mesías”, de hecho, el se autoproclamaba Cristiano. Apostillaba el, cristiano conservador, como queriendo salvar distancias.Sí, rojos espiritualistas, yo también soy cristiano,el que espera la llegada del que nos salvará, el IV Reich.

En su libro El Surgimiento del Cuarto Reich: Las Sociedades Secretas que Amenazan con Tomar el Control de América, Jim Marrs sostiene que algunos miembros supervivientes de la Alemania del Tercer Reich, junto con simpatizantes de los Estados Unidos y de otros lugares, respaldados por organizaciones como ODESSA y Die Spinne, han estado moviendo los hilos desde que terminó la Segunda Guerra Mundial para promulgar algunos de los principios del nazismo.De hecho, varias figuras políticas de la Alemania Occidental, como el Canciller Kurt Georg Kiesinger estaban vinculadas con el regimen del Tercer Reich.
Este córvido personaje, Tras el acceso de Hitler al poder, en 1940 se afilió al Partido Nacional Socialista (NSDAP) En los años de la guerra trabajó en el Departamento de Radiodifusión del Ministerio de Asuntos Exteriores. Sometido a un tribunal,no se demostró niguno de los cargos que iban contra el. Tras la derrota alemana,se unió a la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) que acababa de fundar Konrad Adenauer y comenzó su carrera política como diputado en el primer Bundestag. Primer ministro del estado federado de Baden-Württemberg desde 1958 y presidente del Bundesrat (cámara alta del Parlamento) en 1962-1963, el 1 de diciembre de 1966 reemplazó a Ludwig Erhard al frente de la Cancillería Federal, a pesar de las suspicacias por su pasado nazi, y el 23 de mayo de 1967 lo sustituyó también como presidente de la CDU.Destacar, por último de este tortuoso individuo, un incidente ocurrido en 1968, cuando la activista Beate Klarsfeld lo abofeteó publicamente en el transcurso de la Convención del CDU, gritándole "Kiesinger! Nazi! Abtreten!".
Ahora, estamos viviendo en una sociedad que se transforma a pasos avanzados.No es de extrañar este auge del totalitarismo, como tampoco de que germine en sectores de las sociedades más opulentas,que se cuidaron más de no despilfarrar y gestionar mejor sus recursos, estas sociedades, hechas al abrigo de las ganacias de la banca, deberían de pensar más seriamente el peligro de estar convirtiendo todo esto en un polvorín de sangre y muerte

_el sábado, 23 de julio de 2011 a las 16:49_