José Luis Rodríguez Zapatero se despidió ayer de las "altas cumbres" europeas en la representación de España en la comunidad europea,y en un discurso de despedida, de esos que dicen que son muy emotivos, y arropado por sus amigxs altos cargos, llamó previamente al presidente de la Comisión Europea Jose Manuel Durao Barroso para convidarle a tan simbólico evento.
Y es así que fue un acontecimiento verdaderamente épico;ahí estaba Zapatero "socialista", eran sus últimas palabras del juego de la retórica en Europa, loas a la excelencia de la labor comunitaria y la unión de sus pueblos y alabanzas a su propio ego y a su partido,ningun atisbo siquiera de autocrítica,"España ha jugado un papel central en la Unión Europea y se ha constituido como un actor central en el proceso de integración europea cuya evolución no se podría explicar sin esa impronta española en áreas como la Política Regional, la consolidación de un espacio de libertad y justicia comunes y el desarrollo del concepto de la ciudadanía europea y de democracia participativa", ahí queda eso, toma ya, y se queda tan ancho, que cinismo; esas fueron unas de las palabras de Zapatero, que pasaba de ser un presidente en funciones de un imperio a tornar, y por unos instantes su deidad en autoridad monárquica y absoluta, pues así como los despóticos reyes del medioevo agradecen en la ceremonia de homenaje a sus súbditos su vasallaje con tierras y honores, así fue que la autoridad de la España imperial por unos momentos se vinculó a la figura de su presidente en funciones, y estampó en la figura grotesca del portugues Durao Barroso la Gran Cruz Carlos III,símbolo que trata de recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la nación, que no es otra cosa que el decir o alabar la encomienda colonial del feudo autoritario y eclesiástico del imperi católico y apóstólico,pues dicha medallita no deja de ser la de Carlos III con la imagen en su parte central de la Virgen, madre de los católicos.
Gran júbilo en los presentes,Barroso muy contento, y dándose cuenta de la situación mira a Zapatero y se rie, y digo yo, seguro que esa jocosidad le debe venir del pensamiento en el verle como un monárquico a la antigua usanza, algo de eso puede ser que así fuese, pues acto seguido el portugués agradece al verdadero rey del imperio español de esa familia borbónica tan altos honores, y la gente allí irrumpe en aplausos, algunos, más nerviosxs rien como hienas, el caso es que entre todxs trataban de brindar una ilustre despedida a la triste figura del traidor Zapatero y su imperio "socialista".Porkamiseria,retrogradismoen estado puro, y el futuro lo forjan ellxs con sus leyes, puuuuajjjj....
_xurxo fernandez gonzalez_
Y es así que fue un acontecimiento verdaderamente épico;ahí estaba Zapatero "socialista", eran sus últimas palabras del juego de la retórica en Europa, loas a la excelencia de la labor comunitaria y la unión de sus pueblos y alabanzas a su propio ego y a su partido,ningun atisbo siquiera de autocrítica,"España ha jugado un papel central en la Unión Europea y se ha constituido como un actor central en el proceso de integración europea cuya evolución no se podría explicar sin esa impronta española en áreas como la Política Regional, la consolidación de un espacio de libertad y justicia comunes y el desarrollo del concepto de la ciudadanía europea y de democracia participativa", ahí queda eso, toma ya, y se queda tan ancho, que cinismo; esas fueron unas de las palabras de Zapatero, que pasaba de ser un presidente en funciones de un imperio a tornar, y por unos instantes su deidad en autoridad monárquica y absoluta, pues así como los despóticos reyes del medioevo agradecen en la ceremonia de homenaje a sus súbditos su vasallaje con tierras y honores, así fue que la autoridad de la España imperial por unos momentos se vinculó a la figura de su presidente en funciones, y estampó en la figura grotesca del portugues Durao Barroso la Gran Cruz Carlos III,símbolo que trata de recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la nación, que no es otra cosa que el decir o alabar la encomienda colonial del feudo autoritario y eclesiástico del imperi católico y apóstólico,pues dicha medallita no deja de ser la de Carlos III con la imagen en su parte central de la Virgen, madre de los católicos.
Gran júbilo en los presentes,Barroso muy contento, y dándose cuenta de la situación mira a Zapatero y se rie, y digo yo, seguro que esa jocosidad le debe venir del pensamiento en el verle como un monárquico a la antigua usanza, algo de eso puede ser que así fuese, pues acto seguido el portugués agradece al verdadero rey del imperio español de esa familia borbónica tan altos honores, y la gente allí irrumpe en aplausos, algunos, más nerviosxs rien como hienas, el caso es que entre todxs trataban de brindar una ilustre despedida a la triste figura del traidor Zapatero y su imperio "socialista".Porkamiseria,retrogradismoen estado puro, y el futuro lo forjan ellxs con sus leyes, puuuuajjjj....
_xurxo fernandez gonzalez_