domingo, 29 de julio de 2012

El objeto sensible


Se dice en el veredicto que se otorga en la meditación de los hechos del  discurrir de la sensibilidad del alma que es  de mayor sensibilidad cuanto más edad una y uno tenga, cuando la realidad es que es el conocimiento y no la ignorancia quien aviva la llama de la sentimentalidad humana; pero lo más importante o primerizo será el deseo de ese conocimiento que te lleve a su lectura y posterior agradecimiento, pues si conoces ,  anhelas ese conocimiento y si al conjunto que te lo ha posibilitado no eres agradecido deriva el aspecto de su materia de uso a un abuso en un propio beneficio. Quiero conocer para que mi vida sea más feliz, no para conspirar.


Si este saber lo fuiste adquiriendo más sensible eres, y  las trampas de la dejadez y fatua vanidad se irán disipando. Verás una madre con un hijo y eso será lo que importe, pues eres una persona agradecida. Podrás llorar también porque el destino no te haya “elegido”; pero al final se da una y uno cuenta de que no es el árbol el que hace caer al fruto  sino que tiende por sí mismo a caer del árbol, a perder su gusto en su trágico marchitar. Es la persona quien lo recoge para su beneficio, y bien sabido es que no ofrece mayor sacrificio que un estirar la mano. El árbol no te pide un agradecimiento particular, sino ,que ames la naturaleza agradecid@; tan solo que  recojas en el momento adecuado su fruto, quizás debiera ser más exigente el árbol pero ese es otro asunto.

xurxo@erencia