Un día Pedrito se volvió como loco,iba con su
traje azul de faena,camuflado con su silbato el uniforme y la pistola.Todos los días
el tráfico dirigía.En su barrio empezó a
aparecer gente que se reunía a puertas abiertas,en
las plazas y en viejos edificio en ruinas.Pedrito sintió curiosidad; y una tarde
de lluvia paró por donde algunxs estaban.
A la mañana siguiente Pedrito iba rebosante de
alegría,llovía con intensidad,cogió el silbato y no paró de silbar,mientras un coro
de perrxs y gatxs callejerxs moviendo la cola lo rodeaban,¡llenxs de júbilo estaban.Silbó
y silbó y cogió de su coche el altavoz,tomó la posición y gritó:
-Las personas no deberiamos rivalizar entre creyentxs
y no creyentxs,sino todxs juntxs,lxs que de verdad estemos por la libertad;
¡unirnxs!,solo así podrá nacer el bien común, y el arrojo
necesario para cambiar las situaciones adversas.Es preciso informar de
que todo es en beneficio de todxs,nos hace falta organización y que no haya diferenciaciones, y sobre todo,y en un principio... ¡información!...,la cultura debe floracer en unión con la naturaleza,ancianxs y jóvenes unidxs en un día florido subiendo montañas.Yo, por mi parte...,lo primero que voy a hacer es irme a vivir al campo,veniros conmigo;¿quien se apunta?...
-Agente,yo me apunto,¡voy contigo!
-Y yo,¿puedo llevar a mi gatita?
-Por supuesto...,¡dime!...,¡buen hombre!,¿como te llamas?...,¡con arrojo y decisión!;bien puedes tu avisar a gatos y gatas..., si tu bien quieres..., ¡no es una orden!...,a lxs que quieran venir...;¡y tu...!
-¿Es a ´mi?
-¡Si!,... a ti te lo digo...
-¡Déjalo!, ¡no me digas! no sé bien donde queda la locura de la realidad...,pero..., de todas formas...,además...,ahora...,yo te digo,a ti y a quien quiera escuchar:
"Gozaremos de una admiración,
la de las aves del cielo;
veremos sus nidos
en el refugio cantar,
y abrirnos como lo hace una flor,
¡dejándose abrir...!;
a partir de ahora, y en el más allá
una estrella dorada nos guiará;
un lucero nombre de mujer,
porque solo así se podrá decir
que algo mudó".
Y una voz cubría el valle de un viento suave y conciliador, que se entretenia seduciendo a las hojas de los árboles en un abrir de un nuevo día y frescor.Cuando ya llegara la noche, la voz de paz se extendió,en el compartir de sus especies con el amor de las que ahora brindaban y glorificaban siempre al Sol.