sábado, 1 de septiembre de 2012

Una misión en la vida




La representación no había hecho más que empezar,en el escenario una especie de  enano con alas en una fuente de un arroyo, cubierto de la neblina que desprendía el vapor, que respiraba las húmedas y diminutas delicadezas sensuales de las lobuladas hojas de las zarzas.Ese extraño ser mezcla de realidad y fantasía,se camuflaba en tal extraña naturaleza,pues en realidad era uno de los pocos  hombres que quedaban en la tierra.Estaba destinado a buscar un camino nuevo para la especie.Y así y del mismo modo,estaba acompañado de una  especie de sirena muy alta con aspecto de jirafa,siendo también así que era la mujer la que estaba destinada a encontrar un camino nuevo para la especie humana.Luego de beber y refrescarse,el enano alado reflexiona en voz alta:

“Sale de mi interior un fondo suspirar que cuando una pequeña rama quiebra pareciera como las mil lanzas de una guerra,pero yo seguiré volando en forma de mariposa, que es como mejor se vuela,porque así si no fuese debo doblegarme pues a ser visto en un cuerpo al que no pertenezco.Tampoco creo en que un espíritu de la reencarnación entrase en mi interior,y mira que dejo  pasar y pasar, y es el tiempo el que solo adelanta pues lo otro todo es inmensidad.Cuando regreso a algún lugar siempre parece que dejé algo olvidado que hiciese falta,pero no puedo retroceder porque el sendero continua hacia arriba,pero cuando vuelvo todo sigue igual y nada avanzó a pesar de que no podía volver, por culpa de una nostalgia cruel llena de amarga belleza.Ahora mi misión es solo una,salvar a la humanidad desde otro punto y perspectiva, desde una extraña condición de ser de diferenciada apariencia”

Ahora entra en escena la sirena muy alta con aspecto de jirafa

“Yo veo como los labios de dos enamorados en un cielo verde atiborrado de espigas tiernas de maíz a las que no pueden  alcanzar con los ojos sino tan solo con la boca, que en deleite besa y se mezcla en un húmedo desbrozar; deberíamos ponernos en fila para besar una y otra ,como quien  posa el remo en la barca y en esa complaciente unión rema mar adentro,pero ahora es preciso que sigamos este sendero,iremos probando los frutos silvestres,los de siempre y los que habrán nacido………………………………………

Xurxo fernandez gonzalez