miércoles, 8 de mayo de 2013

UN CASO EXTRAÑO


Luego de hacer el amor con ellas,con sus flores, con el estilo de sus suaves caricias,con las flores de ella,la primavera; y sutiles dedos que llevaban el secreto a la boca ,para dejar un olor fresco en la ribera; o si bien subía a la montaña por la ladera,dejando atrás su falda y con alegres tonalidades ella,la primavera, degustaba el aire que sobresalía de los pulmones de plácidas constelaciones amorosas en suspiro errante, todo en la órbita de Eros parecía encontrarse

Vulcana baila ahora una danza.Ella, quien creyera ser una diosa, mientras su boca calla.Un,dos,tres pasitos a la izquierda,un semigiro con acto de leve genuflexión para luego elevarse altiva,mirándole a los ojos dulcemente.Y la otra,la que era asi observada,que aparece recostada en la fina hierba recortada,como en un tendido pasadizo del amor que va unido al deseo y  fuego de pasión.Lentamente se levanta como hipnotizada acercándose a Vulcana.

No se puede hablar de consumar un futuro esplendor si no existe una fértil tierra para la siembra.

 -Dame tu mano,vulkana,acaricia mis senos y yo los tuyos.

-Primero comete esta Rosa,Matrioska,la que yo te ofrezco.

Pues ya sabemos el nombre de la otra, Matrioska,una joven rusa que dicen de ella,algo exageradamente,que descendía de los Zares. Poseía un cabello dorado que plácidamente le bajaba hasta sus delicados hombros y una piel fina como la arena del desierto.Vulkana y Matrioska, Matrioska y Vulcana simultaneando:

 -Pero…,¿y porqué tengo que comerme una rosa para poder tocarte los senos? -decía Matrioska-

 -Porque soy una Diosa, y así te ordeno.-decía  Vulcana-

 -¡Que cosas más raras me pides!.Además…está llena de espinas…-decía Matrioska-

 -Si no te comes la rosa no puedes acariciarme,¿entiendes? .-decía  Vulcana-

 -Desde luego que no.Igual es que soy yo muy tonta,no lo sé.Pero carece de sentido. -decía Matrioska-

 -En el amor,se debe obedecer a los caprichos de la otra,y más,como en este caso,si se trata de una diosa. .-decía Vulcana-

 -Pero…,primero fui yo quien te ofreció mis senos para ser acariciados y así yo saborear los tuyos.Así que,en tal caso,y como tu dices ser una Diosa. ¡Respóndeme!. ¿Será o no a mi a quien corresponda primero la potestad en privilegio por haber preguntado antes? -decía Matrioska-

 -Claro es que no, porque yo soy una diosa…-decía Vulcana-

-Pues no soy yo quien esté de acuerdo con ello.Yo quería amor contigo y tu me dices que primero me coma una rosa.¡Vaya tontería!.Esos privilegios,¿porqué?.Hay gente en la vida que se creen Diosas y Dioses,como es tu caso… -decía Matrioska,al tiempo que le interrumpía Vulcana-

 -Yo no soy ningún caso, sino un hecho en aparente estado carnal ,una Diosa en el trabajo.Los placeres terrenales para disfrutarlos conmigo…¿no entiendes que si yo me rebajo a tu estado,tu tienes que someterte al mío?

Tú dices ser una Diosa,mas hablas como ser humano al decir cosas tan mortales.Yo soy más sencilla que eso.Quizás sea como una semilla de invernadero.-y al decir esto,Matrioska,con su mano izquierda abrió la resistente lona que iba a dar a La Meca.donde estaba la puerta de la jaima, y silbó con fuerza-Al poco rato  Tombili,Tumbiliti,Timbilicín y Tumbiliconcito se personaban delante de ella,colocándose en una fila horizontal.El primero un poco más grande que los otros dos y así sucesivamente.La mayor de todas y suprema era ella, Matrioska y así hasta Tumbiliconcito

-¡Volverás!,recuérdalo.Y cuando vuelvas tendrá que ser con la flor que crece en el monte de los deseos,la única flor que existe de esa especie tan solitaria. .-decía así Vulcana-

Las telas de tonalidades entre verdes y color tierra con dibujos de camellos y palmeras en lo que parecía un idílico oasis se robustecieron por el golpe de las ondas luminosas de condición natural,y con ello pareciera que cobraba vida el espíritu del desierto.

Vulcana se creía una Diosa, y de ella,de Matrioska, decían que venía de los Zares. ¿Qué es mejor o qué es peor?, ¿de qué punto de vista neutral partimos? ¡Una diosa y  una monarca! Ellas no lo son, pero de una manera u otra fingen serlo.Pero da igual. Están en la misma órbita del amor por diferentes motivos.¿El amor?.El caso es que de algún modo...;¡Bueno! Lo que se puede decir es que el destino las unió,si esas cosas hace el destino, en caso claro está, de que se sepa el origen, o por lo menos se investigue, pues si este es inpreciso  permaneceremos en las tinieblas más absolutos.Así pues,destino y origen son la misma cosa y nada más que eso, se puede también establecer, es decir, todo es mentira excepto …¡en fin!.Vulcana y Matrioska,cada una con sus intereses.Sus cuerpos estuvieron a punto de rozarse.Ahora Matrioska volvía a Moscú,con sus cuatro acompañantes, con sus fieles escuderos, Tombili,Tumbiliti,Timbilicín y Tumbiliconcito

Igual eres tú la que tengas que venir hasta mi,¡nunca se sabe! .-le decía ahora Matrioska a Vulcana enérgicamente,a modo de despedida.

Alguien, en algún lugar de la tierra, sabía también de la existencia de Vulcana, o más bien será mejor decir que conocía su secreto. Ese lugar estaba en La Selva Negra. Dicho así parece que estamos hablando de África, ¡pero no!. Uno de los estados federados de Alemania es Baden-Wurtemberg donde se encuentra las cadenas montañosas de tan singular nombre

-Bien conocido es que quienes esconden más enigmas en la tierra son los topos, pues un secreto puede llegar a ser una miga de pan, dependiendo de los ojos que la miren. Hay también rastro de otros secretos, como la huella que  fijaron en la corteza del árbol  nuestra madre y nuestro padre…-Quien así hablaba era Karl con su hermano Herman, en la mansión que poseían en Friburgo -

-Sí, lo recuerdo perfectamente, cuando bajaban al río. Eran jóvenes y se decían cosas al oído delante de los demás. Había menos libertad  pero mucha más unión e ilusión. Ahora, la vida parece una caricatura que vuela acelerada a ninguna parte. .-decía Herman-

-¿Libertad?, bonito nombre y nada más.-sentenciaba Karl-Pero...,¡bajemos al río!, Herman.

Herman y Karl unidos, Karl y Herman…Dos hermanos gemelos de aspecto intachable que entre los dos frisarían los cuarenta años. Ahora bien,a partir de la muerte de la madre y el padre,tres años atrás, en un accidente de coche, bajando las pronunciadas laderas de la montaña que iban a dar a la ciudad desde la mansión la relación entre los dos cambió. Empezaron a no llevarse tan bien.

Karl, ahora, solía irritarse con mayor frecuencia de lo normal por cosas que aparentemente no debieran de ofrecer una importancia mayor ,aunque intentaba a la vez consolar a su hermano, que era de espíritu más débil y vulnerable .Herman se refugiaba más en sí mismo, con lo que fortalecía un estado de ánimo y disposición que parecía despreciar la energía vital que le rodeaba, manifestándose así  su devenir en la envoltura de un chico exageradamente introvertido.-¿Porqué?-,solía preguntarse él, -¿si yo era de tierna infancia prematuramente feliz.¿Quizás sea por eso?-.Una cosa seguían haciendo juntos.Ir a pescar al río.Cogieron todos los aparejos necesarios y las cañas de pescar y abandonaron la mansión.

Mientras descendían,Herman,a la vez que ofrecía un cigarrillo a su hermano,le hacía la siguiente pregunta:

-¿Recuerdas hace seis años cuando estuvimos en Moscú?

-¿Y como no iba a recordarlo?- respondía Karl-
-Verás,hasta este momento no quise decirte nada,pero ahora siento como si los remordimientos por ello me estuviesen cercando.El caso es que en esa estancia de tres meses allí vi cosas que tu no llegaste a presenciar.

Matrioska estaba ahora en Moscú.En frente del Teatro Bolshói.En la programación de esa tarde noche, Ballet en dos actos bajo la produción del coreógrafo y bailarín Yuri Grigorovich.Matrioska estaba que no paraba.

 -¿Porqué a mi?.¡Engreída Vulcana!-gritaba-,…¿eh?... ¡aparta de mi vista!, ¡ignorante!-,y soltó el brazo derecho de tal modo que fue a dar en el pecho de Tombili,que a sua vez golpeó a Tumbiliti, este a Timbilicin,para rematar en el suelo el más pequeño, Tumbilicito.- Resulta que vaya a donde vaya la tengo que tener presente,¡mierda!.¿Porqué es esto así?,¿porqué tengo que quererla si es tan ajena a mi?

-Nada…,uf…¡¡nos vamos para casa!,me tengo que dar un baño de esos relajantes. Tombili,Tumbiliti,Timbilicín y Tumbiliconcito …,¿a qué esperais?.

Mientras iban de camino hacia las afueras de Moscú donde Matrioska tenía su residencia, en un carro tirado por magníficos caballos, Matrioska reflexionaba.-Está bien, cogeré la flor, pero para ello debo batallar con mis enemigos. Si es que hay alguna o alguno que quiera sufrir las penalidades que lleva tal empresa. Pues no es poca cosa poder arrancar una belleza como esa de las raíces donde se vio a ella un día nacer esplendorosa.


El padre de Karl y Herman,.Jurgen Miller, fue un hombre autoritario, amigo de las viejas tradiciones de la raza aria que en su juventud vivió en el seno de una familia de clase media de Berlín, donde a la vez, su padre, Franz Miller, el abuelo paterno de los gemelos  trabajaba como ferroviario .Perteneció Jurgen a las juventudes hitlerianas cuando tan solo tenía quince años. Franz Miller, por el contrario, era de ideas opuestas al nacional socialismo y no dudó en ayudar a los pequeños grupos de resistencia al régimen autoritario que impusiera Adolf Hitler. Cuando tenía quince años de edad, Jurgen, decidió que la mejor carta de presentación para entrar en las juventudes hitlerianas era delatando a su propio padre, cosa que así hizo. Entró así a forman parte del grupo de la Jungmannschaften. Estalló la guerra, y en el último tramo de esta entró en el frente, ayudando en la defensa de Berlín, Su ambición era abominable. Al finalizar la guerra, dos meses después se trasladó a Friburgo. Una carta que recibió con matasellos de esa ciudad le llevó allí. La carta, entre otras cosas decía así:

 Mi buen amigo Jurgen:

En estos momentos de dolor y humillación, preciso es mirar hacia delante. Tal vez tú no te acuerdes de mí. Yo soy aquella niña que salvaste de morir ahogada en las aguas del río Spree, en el puerto fluvial de esa hermosa ciudad en la que estás. Recuerda que te dije que no me olvidaría de ti, y soy una joven mujer de palabra. Debes venir hasta aquí. Hay todo un mundo por delante, y oportunidades para quien  como tu demuestra tener ambición sin fronteras. Tu llegaste  a Berlín denunciando a tu padre por traidor a la raza aria y a mi me salvaste la vida.¿Que más puedo decir a tu favor? .Éramos unos adolescentes con toda la vida por delante y lo seguimos siendo. Necesitamos gente como tu...

Jurgen Miller fue hasta Friburgo, atraído por el extraño amor que hacia él sentía Lise. Al poco rato se casaron. Lise Schumann y Jurgen Miller, Jurgen Miller y Lise Miller. Tuvieron tres hijos , Karl y Herman, los gemelos, y una hermana tres años mayor que ellos, de nombre Clara. Lise poseía una cantidad económica considerable de dinero después de heredar dos propiedades de gran valor y una sustanciosa suma en joyas y acciones.

Así pues, estaban los hermanos Miller en dirección al río, para ir a pescar. Iban dejando atrás la fachada principal de la mansión de dos plantas, una magnífica casa de piedra con multitud de vanos cubiertos con ventanas simétricas de dos hojas acristaladas, con sus jambas y listones horizontales .En la primera planta una de ellas permanecía  abierta, pero solo parcialmente una de sus hojas, mientras que detrás de la otra se vislumbraba la figura de una mujer de ojos negros que llevaba puesto un vestido azul con plisados y cordones de seda. Su mirada se dirigía hacia sus dos hermanos, era Clara Miller.

Y en Moscú los escuderos Timbilicin y Tombili presentan informe a Matrioska de la última misión a ellos encomendada, la de averiguar si Vulcana posee alguna otra pretendiente; y dicen  saber de buenas fuentes de la existencia de una rival para conquistar el corazón de Vulcana, la que se creía  una Diosa, que obligaba a sus pretendientas a comerse una rosa, y que si no fuese satisfecha tal cosa tenían que buscar a la única en su especie, la flor que en el monte de los deseos crece, si es que de verdad querían, como así pareciere, que a ella  la Diosa  en unión voluptuosa y amor carnal se uniesen. Había una rival, así era, y se llamaba Charlotte.

-¿Charlotte?,¿y quien es esa Charlotte?

-Una mujer que sabe volar

-¿Cómo?,¿una mujer que sabe volar?...ajajá…menuda estupidez

-No sé, con tu permiso Matrioska-decía ahora Tumbili-¿por qué te extraña tanto?.Mira a nosotros cuatro. Sabemos volar. Y gracias a tu generosidad

-¡Vosotros volar?...,jalaj…no me hagáis reír…,lo que vosotros hacéis, y como ahí sí bien decís bajo mi consentimiento, lo que vosotros hacéis…es algo parecido a zanganear …¿entendido?.

Zánganos torpes  y cada cual más bajito vivos solo para cumplir misiones que os fueron encomendadas.¡Y nada más que eso!...¿de acuerdo o no?..¡en fin!...,me aburrís demasiado…¡fuera de mi vista inmediatamente!...¡uf!...esto….,¡No!...¡esperad!...¡más del informe!...¡algo de ellas!...¡Necesito saber!

-Dicen de ella quienes la vieron que parece como si fuese una mujer que se pegase al cuerpo de una nada más verla, de una rara belleza, muy sensual y sabia a la vez, y que  posee dotes propias de quienes son de condición masculina que la implementan, como la de quejarse continuamente. De momento no se sabe nada más.Pero se espera que pronto vaya en busca de la flor.

-Pues…¡a que esperamos!,pronto, rápido, subamos ya al monte. El secreto está en saber tratar bien a la flor.¡vamos!

Karl y Herman están ahora en el río, sentados en unas rocas. Herman sigue hablando:

-Así es hermano mío, nuestra hermana Clara está hechizada desde entonces. Tuvo en Moscú una relación con una mujer, yo nada quise decir, y sobre todo viviendo nuestros padres, pero ya no puedo más, es algo tan asqueroso. A nosotros nos enseñaron que estas cosas eran hijas del mismísimo demonio, y esto así debe ser, pues Clara desde ese día, y tú lo sabes como yo no sale de su alcoba.

-Pero,¿Qué estás diciendo?...,pero…Herman, yo soy tu hermano…,yo te conozco muy bien Herman. Sé de sobras que eres muy fantasioso…,pero esto que dices. Pero…¡Herman!.Estás sudando mucho Herman.¿que te pasa en la boca Herman?.Escúchame bien. Sé que lo que dices te lo crees…,lamentablemente así es…,pero…Herman…,escúchame por una vez Herman…¡Hazme caso!....Nosotros no tenemos ninguna hermana.

Matrioska volaba atravesando agarrada a sus cuatro escuderos atravesando los valles colindantes a la montaña del deseo. El paisaje iba cogiendo una tonalidad rojiza a medida que se iban acercando. Llegaron a la cumbre. Allí ya estaba la mujer alada Charlotte. Vista de cerca no se sabía si era hombre o mujer. Matrioska, esa mujer de enorme vitalidad y arrojo, ahora se contrajo, tanto que parecía una pequeña mosca, intentó decir algo pero solo le salió de la boca un pequeño hilo de saliva que parecía lava helada de la montaña. La fuerza interior de Charlotte era arrolladora. Matrioska se dejó llevar. Ya no hacía falta flor, ya no hacía falta alguien que pretendía ser una Diosa, ya no hacía falta ninguna Vulcana más.

-Karl, escúchame bien…,la verdad…es que…yo encerré a Carla en la habitación de la primera planta de la mansión que va a dar más al Oriente.¿Sabes?,en la que de pequeños jugábamos cuando venían los primos de Escocia. Pero…¡Karl!...¿?me escuchas?...¿porqué estás tan pálido?

-Pero…¿qué estás diciendo?...,¿de qué mansión hablas?.Nuestra casa es humilde…apenas una cabaña…pero…¡No!...¡Dios mío!...¡por favor!...¡Herman!...¡baja ese hacha!...por…lo que más…quieras…¡No!

-Yo maté a nuestro padre y nuestra madre

-¡No!...fue un accidente…ellos no lo oyeron…tu cortaste el árbol y…ellos no lo oyeron…estaban juntos…el árbol les aplastó…pero…¿qué vas a hacer con el hacha?

-Yo maté a Carla

El hacha quedó clavada en el tronco del viejo olmo. Herman lloraba desesperadamente.

-¡No!,¡Dios mío!.¿porqué este sufrimiento?-¡Dios mío!,¡porqué abandonas a los piadosos?...,¡no!...tu no existes…tu no eres ningún Dios…reniego de ti.¡Satán es mi guía y valedor a partir de ahora!...reniego de ti…

La realidad era que el único que existía era Herman. Vivía en una pequeña cabaña destartalada, en algún lugar de Las Selva Negra, el solo. Sin besos, ni caricias, pero sí con deseos de un nuevo amanecer que no llega. En la cabaña se encontró un libro que llevaba por título: “Vacaciones en Moscú. Mi querida Matrioska, un vuelo en el pasado”

 FIN

Xurx@erencia

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