sábado, 28 de febrero de 2015

Sin pájaro que cobije el amor.





Tocaré de nuevo esa canción,

con mis dedos filantrópicos y sensibles:



“El árbol que vio nacer nuetro Sol

Se encuentra hoy triste sin flor,

Sin pájaro que cobije el amor...”



Es una bonita canción

Que habla de nuestro pasado

En un proceso de hipnopsis

cuando nos perfumábamos

En el estanque dorado

Del hábito insano tu y yo...



Pero...¡Permítanme!



¡Volaré entre la maleza!

Haré hermosas serpentinas

Con figuraciones de ensueño

Para no aburrira al buen lector y lectora



Tocaré de nuevo esa canción,

Con mis dedos,te vuelvo a decir,

Amiga mano filantrópica y sensible:





“El árbol que vio nacer nuetro Sol

Se encuentra hoy triste sin flor,

Sin pájaro que cobije el amor,

Pero cuando yo era pequeña

Puse una semilla en el árbol

Y ahora es un pájaro cantor

El que me sigue noche y día...”



¡Disculpen...¡Debo partir!



Aunque no sé bien que camino coger,

pues es confusa esta viga que flota

Y se interpone como sustancia tronante

Cerca de donde aparece el mar en una estrofa,

Tal ya que  no sé si llegaré a tiempo

De coger el último barco de vapor.



Depositaron en ti ese dolor.

No pemitas que pisen más tu orgullo...

¡Yo debo partir!          



“...Cuando era más jovencita, sí;

Sin pájaro que cobijara al amor

Puso en el árbol un corazón y un sol...”



Muerto entonces sería prueba de que existe vida

Para que mañana digan que hubo un excelente día.

Pero...debo pensar...mejor es cantar...debo soñar,

Una y otra vez, sin parar. Si me duermo...

Con el sueño entra una inquietante debilidad.

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