Era espectacular,meridiana su abismal responsabilidad de ciudadana,
tanto que se despertaba al minuto de siete por sesenta de la mañana,
cubría necesidades,boca ilusionada,con amplias tostadas;
para su meditación juguetona,le llegaba tan solo una hora,
más cuarenta minutos para engullir aquellas inmensas rebanadas.
¡Pero con que suavidad flotaba en su cuna, y se engalana
en vivir esos añadidos cuarenta minutos junto a esa hora temprana!,
los golpes de su corazón advertían de esa pasión descontrolada
de vivir lo eterno en el corto tiempo de su aurora,
a las ocho cuarenta minutos,hasta mañana,vuelta al dulce nicho de la cama.
tanto que se despertaba al minuto de siete por sesenta de la mañana,
cubría necesidades,boca ilusionada,con amplias tostadas;
para su meditación juguetona,le llegaba tan solo una hora,
más cuarenta minutos para engullir aquellas inmensas rebanadas.
¡Pero con que suavidad flotaba en su cuna, y se engalana
en vivir esos añadidos cuarenta minutos junto a esa hora temprana!,
los golpes de su corazón advertían de esa pasión descontrolada
de vivir lo eterno en el corto tiempo de su aurora,
a las ocho cuarenta minutos,hasta mañana,vuelta al dulce nicho de la cama.
xurxo fernandez gonzalez