domingo, 30 de octubre de 2011

Recuerdos que se acercan con la distancia

Recuerdos de la más tierna infancia, aquella que aún confunde la realidad con el deseo, bellas historias de compartimiento. Mi madre…, y es que recuerdo lo confortante que era su venida a mi nido para darme las católicas buenas noches de la manera más dulce y a su manera, con el cariño y arrojo en delicadeza; ella se acercaba y transformaba el cuarto de mi reposo y divertimento con la llanura de su entrega para mi recogimiento, y el consuelo en mis sueños de posibles desvelos; se cerraba la cortina y se allegaba, y empezaba la función. Yo creo que la letra era así: “Jesusito de mi vida tu eres niño como yo, por eso te quiero tanto que te doy mi corazón, tómalo, tómalo, tuyo es y mío no….,y esta hermosa lírica salía de la boca materna y yo creía que ella la componía para mi …; aunque al decir verdad no se si me lo creía del todo, pues otras veces había padrenuestros, o no se si es que era primero narrable lo de este el nuestro padre del nuestro, que se me hacía como muy tedioso y opuesto, y acto seguido el acontecimiento dichoso de mi nuevo amigo predispuesto; yo me dejaba llevar con ese dejarse llevar del polluelo abrigado y la miraba a ella entusiasmado, y mi gozar la impulsaba en su goce y también sonreía, ¡que contentxs estábamxs mi mamá y yo!…;… y venga luego a hacerme crucecitas aquí y allá, con eso del por la señal de la santa cruz y no sé que más, ahí lo bonito eran esas señales cruzadas…en la frente, en el pecho y no se cuántas y tantas, que la empresa era enormemente inquietante y conmovedora, porque yo creo que conjugaba lo de ese jesusito mi nuevo amiguito con lo de esas cruces que indicaban como el sello de esa alianza con el, y  mi madre que con dulzura cogía mi mano y la guiaba; y sí, yo daba el corazón a otro niño;…y ahora, y ya antes de este momento, y es que con el paso del tiempo va uno con lo que querer retener, y acaso es el trino de que es lo que ciertamente es sincero y de una verdad meridiana, extraña razón que mi corazón se lo entregaba a otra crianza lejana; y la alegría giraba en la estancia, serpenteando los obstáculos para quedarse a habitar en la mente, danzando las palabras y gestos avivados con el sentimiento del consuelo, adornando la paz del momento de tal evento maravilloso..; y mi madre era la mediadora de esa gloria, de esas sutilezas a las cuales son lxs niñxs voluntariosxs en sus adivinatorias destrezas, …y claro, es normal puestos así a ver todo el ritual como muy armonioso y lleno de gozo,
- ¡y aquí, y aquí también! yo le decía, -ponme aquí también otra de esas crucecitas… como sabiendo del hecho del para que se enterara bien ese amiguito jesusito de nuestra alegría. Y  la función remataba con un beso en la frente y la sabanita y mantita bien para arribita.
Y para acabar no puedo dejar de proclamar, maldita iglesia católica que te aprovechas de la bondad de gentes honestas. Y ahora si ya doy por finalizado, Jesusito, no me preocupa, tu no me robaste el corazón, el que te di esa noche era de mentirijilla.
_jueves, 27 de octubre de 2011 a las 23:04_
 _xurxinho_