jueves, 13 de septiembre de 2012

UN VIAJE EN TREN



El joven escritor atravesó las vías del tren alocadamente, mientras la locomotora se iba acercando. Pasó al otro extremo aterrorizado, mientras por el túnel subterráneo subían los halcones con sus zancadas de la muerte ,que devoraban  las hojas de los libros más tiernas e inocentes.Él miraba hacia el cielo,que estaba plagado de seres humanxs que volaban y se escondían detrás de las nubes ensangrentadas.La locomotora frenó en un estruendo seco y con un prolongamiento fúnebre chirriante.Las puertas automáticas se abrieron y se produjo un silencio inquietante, ahora estaban ya de frente,venían a por él.Subió al vagón que más a mano tenía,las puertas se cerraron y la locomotora emprendió la marcha,los asientos del vagón tercero y cuarto estaban llenos de rosas negras que lloraban y componían una oda.Suavemente,con mucha precaución y sigilo empezó a andar.
Una vez que estaba dentro apoyó su mano derecha para descansar un breve momento.”Querido amigo, usted está en un error,no puede por mucho que quiera transformar la realidad, eran las palabras que acudían a su mente”, que buscaba con sus ojos a través de los cristales del tren que se cubrían de una espesa niebla que se acumulaba, imanante del empapado  sudor de su cuerpo, que se le pegaba a su ropa descolorida y mugrienta.Los halcones desaparecieron cuando vieron que no tenía ninguna posibilidad de alcanzar a la futurible presa; eso debía ocurrir pensaba  el joven: ”ahora ya no están,desaparecen cuando me ven cerca de cualquier indicio creativo o en cuanto la madre naturaleza arroja sus versos para ser contemplada,pero no así cuando ceso mi labor poética, entonces es cuando me persiguen. Como esta niebla que queda marcada en el cristal y se marcha para dar paso a visiones gozosas, o no placenteras,pero visiones al fin y al cabo.  
Atravesó los vagones abarrotados de líricas flores, al tiempo que la percusión se aceleraba en su corazón y de sus ojos brotaba una sal misteriosa.Los sonidos de los versos y sus letras le apaciguaban.Sonaban las flautas,violines y guitarras de lxs que en realidad eran excursionistas que viajaban por las tierras del Norte, acompañadxs por las voces de lxs poetas cantautorxes

Mientras la muerte venga a visitarte
en algún lugar del encuentro
se situará una blanca paloma,
subida a una escalera
en las verdes praderas
de la aurora solitaria aurora.
Un amor para  abrazarte
te espera al final de todo.
Quien puede saber con certeza,
igual hasta consigues esquivarla
y le robas su belleza.

Cogió el mensaje,para sobrevivir y entrar en el jeroglífico de la felicidad debía de llegar hasta la locomotora.
Estaba ahora en  zona de espera,esa que hay entre dos vagones con puertas laterales que se abren y se cierran como alas que se pliegan y despliegan, para que la nómada e insegura condición  así camine sobre ellas, en un hábito vital que a pesar de estar sumido en una rutinaria fijación, deja una mezcla de esperanza y melancólica sensación; en un fluido ir y venir de un devenir del azar en el porvenir;de caminos sembrados de deseos y dudas, donde las almas transmigran las unas con las otras, buscando los remansos de paz en extraños equilibrios.
El vagón número dos estaba de frente, ahora las máquinas se paraban y los destellos de los botones intermitentes, unidos a las pequeñas letras de los paneles informativos, aparecía todo en su conjunto como símbolos de la nueva esperanza que se abría .Las imágenes que configuraban la complejidad y a la vez inocencia de su mundo interior iban transformándose, ahora viajaba más alegre, hacia el otro extremo de su cardinalidad,hacia el verdadero sentido de la vida, al esplendor bucólico de la libertad sin cadenas, dejándose llevar solo pòr su inocencia,alejándose de la propia mezquindad,la que aparece en el uso de la retórica y rutina de un mundo de totalitarias formas, impuestas por quienes obligan.
Su discurrir era el contrario al punto de partida. Volvió a mirar para atrás, y lo que antes eran solitarias rosas negras tristes y amargadas aparecía ahora como un dulce porvenir de semillas inquebrantables, que se clavaban en  personas honestas que clamaban por la paz. Las puertas laterales se abrían ;entraban personas que gesticulizaban joviales y hermosas, se oían cánticos que salían del corazón, de independencia, de sus almas y de la tierra que habitaban, para que así volviese en todo su esplendor la madre naturaleza, ¡Abajo lxs tiranxs!,decían unxs, ¡ya llega el socialismo liberatario!,decían ortrxs. Iban entrando,algunxs saludaban y compartían  con lo que antes parecían rosas negras, gentes de otras tierras y latitudes que embarcaban en la línea de lxs nuevos trenes que hacían viajes hacia la libertad.
Ahora iba sintiendo una nueva sensación en su interior, todo esto era nuevo para él,no estaba acostumbrado a abrazar la hermandad en tan entrañable unión.Su disposición interior siempre fue clara hacia la libertad,muchas habían sido sus propias aportaciones creativas hacia causas solidarias, había estado en las barricadas en tiempos difíciles y su firma estaba presente en las causas comunes del fin reivindicativ .Poseía una disciplina totalmente desordenada pero a la vez recta y amorosa. Empezaba cuatro cosas,acababa una y volvía a empezar otra, para luego volver a la primera,como una mariposa inquieta en la primavera o como el viento que inquieto despliega a ráfagas sorpresivas..Se tenía, como una persona  altamente extrovertida, y de hecho así lo era, poco hacía falta que el viento soplase favorable para desarrollar su teatralidad,aunque lo que sí era cierto es que el viento muchas veces soplaba en contra y el reflejo de su creatividad era aún más esplendoroso.Esto último no lo llevaba muy bien, sabía que estas cosas ocurrían,que era así la vida, pero en realidad odiaba que así fuera,que el ingenio se desplegase para el drama de nuestras vidas así defienderse, apaciguando en una leve caricia caritativa  nuestras  miserias; precisamente por eso no entendía porqué la gente se resignaba a vivir en una espera a un beso,a un amor,a un recreo,y así fue que se decía a sí mismo que se había arrinconado demasiado.
El joven se encontraba ya al lado de la puerta de la locomotora,el tren estaba otra vez parado.Una joven muy alta permanecía de espaldas a él,sujetando unos prismáticos que apuntaban hacia el exterior, hacia la sucesión de montañas que se  unían entre sí plácidamente,en la cordillera cantábrica, en su vertiente norte, donde las pendiente se hacen más acusadas por la cercanía al mar.La mujer,dotada de una exuberante sensualidad, y de unas dotes interpretativas de una paz rebosante de recogimiento y amor sobrenatural grita de emoción ¡Maravilloso!,el joven vio en ella a la paloma subida en lo alto de la escalera en las verdes praderas,la mujer se da la vuelta ,lo coge de sus manos y se juntan en un estremecimiento de ternura y pasión, la puerta de la locomotora se abre sola y  sale de ella un sonido transparente,parecido al agua del río cayendo en la cascada que grita libertad.

                                     FIN