LA CANTAUTORA Y EL ASCETA

Un asceta enorme estaba sentado
En la inquebrantable rama de un chopo viejo,
Suspirando por el amor añorado.
Así decía contemplándose en un espejo:

"Si poner aquí un tú en lugar de yo,
¿Que cosa puede ser que será mejor?"

-"¿Y qué mas da?", -dice una mujer cantautora
Que al mismo tiempo le recuerda ahora-:

"¡Chilla!..., entonces... ,en vez de escribir,
No finjas tu condición mortal,
¡Cobra fuerza!, ¡valor en la trinchera!,¡vivir!.
Y aunque la soledad siga contigo abismal
Las razones de tus dudas irán al sucumbir.

Nuevo renacer en el que oirás una canción tradicional
Donde tus hermanxs combatiendo por no sucumbir
Retan al falso todopoderoso que se siente sobrenatural".

-"¡Sea pues!..., amiga cantautora,
De tus palabras sale sabiduría;
Las mías comprenderá desbrozarlas
Y olerlas de nuevo, otra vez,...¡alegría!

Todo pues, para unirlas con mayor sinceridad
Y coronar a la inocencia
Con la estrategia de la verdad,
Y atrás dejar ya la incerteza.

Aunque tu, de condición perenne y alterna
¡Dime tu!, ¿como haces tu
para mantenerte siempre tan serena?".

-"Yo soy abeja y miel
En un vergel de pasión,
Y tu, deberías saber bien
Lo que significa tal condición.

Las influencias externas,
Son débiles en mi afectación,
Y si no vienen afectadas
Es que vendrán yermas.

¡Sigue pues!..., busca tu camino
Que yo en el mío permaneceré
Para cuando tengas a mí que volver".

Xurxo@erencia