Juan Karakandula Somobiela era un niño que ahora vivía con su tía, virtudes
Karakandula Polentuelax, y que ahora quedaba huérfano
-De nada sirve que te pongas a llorar-decía Virtudes
Karakandula-
-No lloro para que me sirva de nada-decía el niño Juan
Karakandula Somobiela-
-Sigue llorando pues,si así lo crees necesario
-No tengo intención de seguir llorando delante tuya
-Eso es tu problema
-¡Apártate!,¡déjame estar solo!
-Si tu madre viviese…,no consentiría que me hablases así
-Si mi madre viviese yo no tendría que estar contigo
-Tengo paciencia, pues tengo que tener comprensión de que es
difícil para ti la situación.Yo paso ahora a ser la figura de tu madre,y…
-¡Eso nunca…!
-Acaba de tomar el pastel y vamos para dentro,empieza a
hacerse de noche.Tienes que entender que yo no estoy en tu contra.
Mientras esto ocurría,en otra parte del pueblo estaba otro Juan,llevaba
este un par de meses por el pueblo.La aldea tenía un castillo en la montaña.Iba Juan andando desde
donde moraba hacia el castillo.Buscaba la manera de vivir de otra manera.Sabía
que tenía que decidirse de una vez,no dejarse vencer y saltar en veloz carrera
si fuese necesario,pero como no era necesario.Ese era el problema.¿Que es lo
que necesario era?.Sabía que tenía que comprar comida todos los días,al igual
que sabía que todos los días tenía que comer.Pero lo cierto es que tampoco es
necesario pagar un dinero para adquirir comida,y esto se suele hacer.
-Se confunde la utilidad con la necesidad-, se decía para sí
mismo en gesto circunspecto.Ahora estaba
refugiado por el Sol entre unos manzanos que había en el inicio del pequeño
sendero que bifurcaba hacia la derecha e iba a dar a la vieja carretera que
llegaba hasta el castillo. Cogió una manzana y la limpió con delicadeza.Puso,triunfal,
un gesto de poeta que dice haber visto a Atenea,y se hizo esta pregunta:- ¿Es necesario
plastificar la carne?-,al tiempo que lentamente inclinando la cabeza casi
reverencial,clavando fuertemente sus débiles incisivos en la manzana se hacía
esta otra:- ¿es necesario comer carne?-.Cogió por el sendero que iba al
castillo.
Iba con delicadeza y distinción,
como cada dia por el mismo sitio,cantando la misma canción de siempre:
sin obligación pero con necesidad,
voy por el camino válido,
que cada día,
sin demérito por ser
repetitivo,
se abre al alma inquieta,
dependiendo de su maleabilidad,
en las formas, entre otras:
del nuevo desbrozar de la hierba,
de la victoriosa siega,
del sentir con brillo
el sonido del agua del río,
y también del feliz fluir de las mareas,
y como no,todo eso por
ser de los sueños cumplidos
el nuevo resurgir florido.
Porque voy ensimismado,atraido,
por un extraño sonido
que viniese de algún sitio
que no supiese descubrir.
Todo lo demás podrá ser visto
y desmenuzado,
pero ese sonido,es algo raro.
Quien tuviese fortaleza para poca gloria
Bienvenido sea a mi memoria
Y mi memoria que lleve un poco de tu victoria.
Iba así cantando Juan por el camino,cuando se encontró a
Marcelino que salía de su casa
-Buenas tardes,Juan,otra vez nos vemos.
-Buenas tardes,Marcelino
Marcelino era una persona de buen corazón.De las pocas
personas que se paraba a hablar con Juan.La verdad,sea dicha, que Juan,en su
vida, hacía poco por hablar con los demás,por lo que no debemos calificar
piadosamente hechos y costumbres individuales que parecen solicitar
compasión,que aunque así fuere será en tal caso el precio a pagar por lujosas
disposiciones
-En realidad, está llena la copa de la tristeza .Se hace muy
difícil ser en esta vida como nos gustaría ser, porque la sociedad en su conjunto
está supeditada al apetito voraz de la mente avariciosa-decía ahora,sentado en
el taburete de taberna,Juan a Marcelino,donde habían convenido parar un rato-
La taberna era una casa casi en ruinas donde vivía María,una
mujer entrada en edad que vivía sola.El tejado era la parte más conflictiva.
-Sí,pero no podemos hundirnos.Hay que organizarse-responde
Marcelino-
-la vida está muy cargada de falsa moralidad.La gente se
deprime y cada vez se encierra más en sus casas.
-Mira, te voy a contar una cosa que le pasó a un abuelo mío
por parte de madre.Se llamaba Arcángel-y aquí, Marcelino,quien hablaba, alza su
mirada al techo,como temiéndose que este se viniese abajo y bajara desde el
mismísimo cielo Arcángel-.Tuvo un accidente y quedó paralítico.Sabía que la
vida no le diera alas.Ya era algo.Sabía que jamás podría volar.Y pensó así,en
la cantidad de cosas que sabía que no podría hacer,pero también en todas las
otras que sí podría, y fue más bueno y amable con la gente, aunque ya lo era,y
con el tiempo se curó y pudo volver a andar milagrosamente.
-¡Ah!,querido amigo Marcelino,tomemos otra y subamos al
castillo,ven conmigo.Izaremos la bandera de la libertad desde la torre de honor
y crearemos un ejército invencible,pero para eso es necesario reclutar las
fuerzas necesarias para salvar la tierra.Aquí se libra una batalla de enorme
transcendencia.Y tu…,María,que dices a todo esto,te noto muy callada.
-Yo lo que creo es que estás como una cabra.Pasas de la
desilusión al bravío con mucha destreza,y para eso hay que estar un poco tocado…
-Jajaja…,jajaja…es que María es mucha María…jajaja..-reía
estruendosamente Marcelino-…jajaja…
-Bien,ya os habeis reido bastante,ahora escuchadme.Hombres
montandos a caballo llegan del Norte,quieren ocupar el castillo por la fuerza y
hechar de él a quienes en estos momentos allí habitan.Como sabeis muy bien
llevo mucho tiempo haciendo esta ruta.Subiendo al Castillo,y por fin,creo estar en
lo cierto al decir que allí está secuestrado por facciones traidoras,el heredero de estas tierras
solariegas, y de toda la comarca,valles y montañas.Ya veis lo que se nos viene
encima.
En esos momentos,Maria,que estaba conteniendose la risa para
no echar toda la cerveza que se estaba tomando por el suelo,no aguanta más y
explota:- jaja…jajaja…jajaa..-
Juan Karakandula Somobiela y su tía, Virtudes Karakandula
Polentuelax.En todo el pueblo era conocida la mala relación entre las hermanas
Virtudes y Soledad,la madre de Juan que murió en extrañas circunstancias.Lo que
se pueda decir de la difunta Soledad a su favor,para limpiar su buen nombre de
todas las difamaciones y penurias por las que tuvo que pasar será poco.Cierto
es que los rumores que se extendieron por el pueblo de que Soledad fue
asesinada por Virtudes son solo rumores,pero aunque la rumorología sea solo
eso,según el sitio donde se de será más que eso,y lo cierto es que nunca se
sabe,pero la lógica pudiera ser esta: Soledad era la mala y Virtudes,a pesar de ser la buena tuvo
que matarla,se llevaban mal y por eso la mató,esa es la justicia del pueblo
también,¡que bochorno!,porque muchas y muchos defienden que Virtudes hizo
bien,pues Soledad era libertina,un escándalo y constante provocación,¡que
horror!.
Ahora los ánimos están más tranquilos en la pequeña mansión
de los Karakandula.Después de que Juan Karakandula expusiera a su manera a su tía de que no
ocuparía nunca el lugar de su difunta madre volvieron a hablar l@s dos y se
reconciliaron.Lo cierto es que Virtudes y Juan Karakandula no se llevaban mal del todo,y
ella tenía buena dote con la infancia.Sabía perfectamente como prolongar la
sonrisa de los niños y como atemperarles el ímpetu sin haberse una o uno dado
cuenta.Era muy amiga de los libros,del violín y la Naturaleza.Ahora
estaba apaciblemente con Juan Karakandula leyendo un cuento:
“…y la princesa,una vez que se subió al trono,este se partió
en dos y ya no pudo ser princesa…”-leía Virtudes-
-Jeje…,Esta parte es muy bonita, jeje…mi tia Virtudes,tía
mía. .
¿Había acaso motivos para juzgar tan vilmente a Virtudes?,¿los
mismos que los que estamos observando ahora,tiernamente con su
sobrino,enseñándole que las princesas ya no pueden ser princesas?.¿quién era la
mala,quien era la buena?,¿y si eran las dos buenas?
Así pues en la taberna están María,Marcelinoy Juan,que
continuan hablando,luego de que Juan advirtiera de que el castillo del pueblo
iba a ser tomado por legiones extranjeras.Sigue Juan:
Juan Karakandula Somobiela y su tía ,Virtudes Karakandula
Polentuelax si no lo hicieron,deben habilitar el castillo y
dar la orden de reclutar las tropas necesarias para defenderlo del imperio
maligno.
-¡Pero bueno!...¿y en
todo esto has estado tu pensando?.-decía Marcelino-¡vaya esfuerzo!,como ves ya
no río porque no me sale. Juan Karakandula Somobiela y su tía Virtudes
Karakandula Polentuelax son vecinos de esta comarca,y nada más que eso.Poseen
una pequeña mansión y algunas tierras,y no más.
Quienquiera que venga conmigo,yo voy donde los
Karakandula-dijo Juan
Al final fueron los tres, María,Marcelino y Juan ,en el
tractor de Marcelino, hasta la pequeña mansión de los Karakandula.Juan daba
claros síntomas de encontrarse mal.María y Marcelino no dejaban de decirse uno
a la otra que lo que deberían hacer es llevarlo a un hospital,pues estaba
empezando a delirar con pequeñas convulsiones,esto cambiaba el panorama,Se
podría decir que el sudor le recorría hasta por las venas mientras tiritaba.
-no insistas,vamos a llevarte al hospital
-Esperad…,después…de…verlos…lo juro.
Le hicieron caso y se dirigieron a la pequeña propiedad
Al llegar a la zona ajardinada que servía de antesala se oía
Petrushka de Igor Stravinski.A Juan se le llenaron los ojos de lágrimas.Dentro
estaba Virtudes,tocando el violín.Juan Karakandula jugaba a las canicas con dos sirvientes.
-Lo…,que voy a decir…es importante…me muero…yo soy…,pero,por
favor…que venga ella…o acercadme allí como podáis.Un hilo de sangre brotaba de
la boca de Juan.Al ser advertida de la gravedad de la situación Virtudes se
lanzó a la veloz carrera.Llegó hasta el tractor donde se hallaba Juan.
-¿Qué ocurre aquí?
-Hola…¿me reconoces?...
No hubo respuesta
-Sí,Juan Karakandula,esposo de Soledad…,tu hermano.Me
echaron del país.Daba mucha guerra.Soledad fue buena.Hizo lo posible por ayudar.Tu
eres buena también.No podía decir donde estaba,se pactó mi muerte,les convenía
que viviera.Y Juan murió,mientras su vista intentaba llegar hasta una de las
canicas,cosa imposible,claro está,y más en su situación.
Cuando Juan murió todos quedaron como cadáveres que se
sostuvieran por estar plantados en la tierra.Por dentro se estarían
diciendo.Pero,¿Quién era este Juan que a la hora de morir fingía ser otra
persona?.¿o acaso creía de verdad ser uno más del linaje de los Karakandula?. Luego
se supo que se dedicaba a escribir,y que le gustaba indagar,de lo que se dedujo
su trastorno.
Xurxo@erencia
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