viernes, 26 de abril de 2013

CUESTIONES DE LINAJE


Juan Karakandula Somobiela era un niño que ahora vivía con su tía, virtudes Karakandula Polentuelax, y que ahora quedaba huérfano 

-De nada sirve que te pongas a llorar-decía Virtudes Karakandula-

 
-No lloro para que me sirva de nada-decía el niño Juan Karakandula Somobiela-

 
-Sigue llorando pues,si así lo crees necesario

 
-No tengo intención de seguir llorando delante tuya

 
-Eso es tu problema

 
-¡Apártate!,¡déjame estar solo!

 
-Si tu madre viviese…,no consentiría que me hablases así

 
-Si mi madre viviese yo no tendría que estar contigo

 
-Tengo paciencia, pues tengo que tener comprensión de que es difícil para ti la situación.Yo paso ahora a ser la figura de tu madre,y…

 
-¡Eso nunca…!

 
-Acaba de tomar el pastel y vamos para dentro,empieza a hacerse de noche.Tienes que entender que yo no estoy en tu contra.

 
Mientras esto ocurría,en otra parte del pueblo estaba otro Juan,llevaba este un par de meses por el pueblo.La aldea tenía  un castillo en la montaña.Iba Juan andando desde donde moraba hacia el castillo.Buscaba la manera de vivir de otra manera.Sabía que tenía que decidirse de una vez,no dejarse vencer y saltar en veloz carrera si fuese necesario,pero como no era necesario.Ese era el problema.¿Que es lo que necesario era?.Sabía que tenía que comprar comida todos los días,al igual que sabía que todos los días tenía que comer.Pero lo cierto es que tampoco es necesario pagar un dinero para adquirir comida,y esto se suele hacer.

 
-Se confunde la utilidad con la necesidad-, se decía para sí mismo en  gesto circunspecto.Ahora estaba refugiado por el Sol entre unos manzanos que había en el inicio del pequeño sendero que bifurcaba hacia la derecha e iba a dar a la vieja carretera que llegaba hasta el castillo. Cogió una manzana y la limpió con delicadeza.Puso,triunfal, un gesto de poeta que dice haber visto a Atenea,y se hizo esta pregunta:- ¿Es necesario plastificar la carne?-,al tiempo que lentamente inclinando la cabeza casi reverencial,clavando fuertemente sus débiles incisivos en la manzana se hacía esta otra:- ¿es necesario comer carne?-.Cogió por el sendero que iba al castillo.

 
Iba  con delicadeza y distinción, como cada dia por el mismo sitio,cantando la misma canción de siempre:

sin obligación pero con necesidad,

voy  por el  camino válido,

que cada día,

sin demérito  por ser repetitivo,

se abre al alma inquieta,

dependiendo de su maleabilidad,

en las formas, entre otras:

del nuevo desbrozar de la hierba,

de la victoriosa siega,

del sentir con brillo

el sonido del agua del río,

y también del feliz fluir de las mareas,

y como no,todo eso por

ser de los sueños cumplidos

el nuevo resurgir florido.

 
Porque voy ensimismado,atraido,

por un extraño sonido

que viniese de algún sitio

que no supiese descubrir.

Todo lo demás podrá ser visto

y desmenuzado,

pero ese sonido,es algo raro.

 
Quien tuviese fortaleza para poca gloria

Bienvenido sea a mi memoria

Y mi memoria que lleve un poco de tu victoria.

 
Iba así cantando Juan por el camino,cuando se encontró a Marcelino que salía de su casa

 
-Buenas tardes,Juan,otra vez nos vemos.

 
-Buenas tardes,Marcelino

 
Marcelino era una persona de buen corazón.De las pocas personas que se paraba a hablar con Juan.La verdad,sea dicha, que Juan,en su vida, hacía poco por hablar con los demás,por lo que no debemos calificar piadosamente hechos y costumbres individuales que parecen solicitar compasión,que aunque así fuere será en tal caso el precio a pagar por lujosas disposiciones

 
-En realidad, está llena la copa de la tristeza .Se hace muy difícil ser en esta vida como nos gustaría ser, porque la sociedad en su conjunto está supeditada al apetito voraz de la mente avariciosa-decía ahora,sentado en el taburete de taberna,Juan a Marcelino,donde habían convenido parar un rato-

 
La taberna era una casa casi en ruinas donde vivía María,una mujer entrada en edad que vivía sola.El tejado era la parte más conflictiva.

 
-Sí,pero no podemos hundirnos.Hay que organizarse-responde Marcelino-

 
-la vida está muy cargada de falsa moralidad.La gente se deprime y cada vez se encierra más en sus casas.

 
-Mira, te voy a contar una cosa que le pasó a un abuelo mío por parte de madre.Se llamaba Arcángel-y aquí, Marcelino,quien hablaba, alza su mirada al techo,como temiéndose que este se viniese abajo y bajara desde el mismísimo cielo Arcángel-.Tuvo un accidente y quedó paralítico.Sabía que la vida no le diera alas.Ya era algo.Sabía que jamás podría volar.Y pensó así,en la cantidad de cosas que sabía que no podría hacer,pero también en todas las otras que sí podría, y fue más bueno y amable con la gente, aunque ya lo era,y con el tiempo se curó y pudo volver a andar milagrosamente.

 
-¡Ah!,querido amigo Marcelino,tomemos otra y subamos al castillo,ven conmigo.Izaremos la bandera de la libertad desde la torre de honor y crearemos un ejército invencible,pero para eso es necesario reclutar las fuerzas necesarias para salvar la tierra.Aquí se libra una batalla de enorme transcendencia.Y tu…,María,que dices a todo esto,te noto muy callada.

 
-Yo lo que creo es que estás como una cabra.Pasas de la desilusión al bravío con mucha destreza,y para eso hay que estar un poco tocado…

 
-Jajaja…,jajaja…es que María es mucha María…jajaja..-reía estruendosamente Marcelino-…jajaja…

 
-Bien,ya os habeis reido bastante,ahora escuchadme.Hombres montandos a caballo llegan del Norte,quieren ocupar el castillo por la fuerza y hechar de él a quienes en estos momentos allí habitan.Como sabeis muy bien llevo mucho tiempo haciendo esta ruta.Subiendo al Castillo,y por fin,creo estar en lo cierto al decir que allí está secuestrado por facciones traidoras,el heredero de estas tierras solariegas, y de toda la comarca,valles y montañas.Ya veis lo que se nos viene encima.

 
En esos momentos,Maria,que estaba conteniendose la risa para no echar toda la cerveza que se estaba tomando por el suelo,no aguanta más y explota:- jaja…jajaja…jajaa..-

 
Juan Karakandula Somobiela y su tía, Virtudes Karakandula Polentuelax.En todo el pueblo era conocida la mala relación entre las hermanas Virtudes y Soledad,la madre de Juan que murió en extrañas circunstancias.Lo que se pueda decir de la difunta Soledad a su favor,para limpiar su buen nombre de todas las difamaciones y penurias por las que tuvo que pasar será poco.Cierto es que los rumores que se extendieron por el pueblo de que Soledad fue asesinada por Virtudes son solo rumores,pero aunque la rumorología sea solo eso,según el sitio donde se de será más que eso,y lo cierto es que nunca se sabe,pero la lógica pudiera ser esta: Soledad era la  mala y Virtudes,a pesar de ser la buena tuvo que matarla,se llevaban mal y por eso la mató,esa es la justicia del pueblo también,¡que bochorno!,porque muchas y muchos defienden que Virtudes hizo bien,pues Soledad era libertina,un escándalo y constante provocación,¡que horror!.

 
Ahora los ánimos están más tranquilos en la pequeña mansión de los Karakandula.Después de que Juan Karakandula expusiera a su manera a su tía de que no ocuparía nunca el lugar de su difunta madre volvieron a hablar l@s dos y se reconciliaron.Lo cierto es que Virtudes y Juan Karakandula no se llevaban mal del todo,y ella tenía buena dote con la infancia.Sabía perfectamente como prolongar la sonrisa de los niños y como atemperarles el ímpetu sin haberse una o uno dado cuenta.Era muy amiga de los libros,del violín y la Naturaleza.Ahora estaba apaciblemente con Juan Karakandula leyendo un cuento:

 
“…y la princesa,una vez que se subió al trono,este se partió en dos y ya no pudo ser princesa…”-leía Virtudes-

 
-Jeje…,Esta parte es muy bonita, jeje…mi tia Virtudes,tía mía. .

 
¿Había acaso motivos para juzgar tan vilmente a Virtudes?,¿los mismos que los que estamos observando ahora,tiernamente con su sobrino,enseñándole que las princesas ya no pueden ser princesas?.¿quién era la mala,quien era la buena?,¿y si eran las dos buenas?

 
Así pues en la taberna están María,Marcelinoy Juan,que continuan hablando,luego de que Juan advirtiera de que el castillo del pueblo iba a ser tomado por legiones extranjeras.Sigue Juan:

 
Juan Karakandula Somobiela y su tía ,Virtudes Karakandula Polentuelax si no lo hicieron,deben habilitar  el castillo y dar la orden de reclutar las tropas necesarias para defenderlo del imperio maligno.

 
 -¡Pero bueno!...¿y en todo esto has estado tu pensando?.-decía Marcelino-¡vaya esfuerzo!,como ves ya no río porque no me sale. Juan Karakandula Somobiela y su tía Virtudes Karakandula Polentuelax son vecinos de esta comarca,y nada más que eso.Poseen una pequeña mansión y algunas tierras,y no más.

 
Quienquiera que venga conmigo,yo voy donde los Karakandula-dijo Juan

 
Al final fueron los tres, María,Marcelino y Juan ,en el tractor de Marcelino, hasta la pequeña mansión de los Karakandula.Juan daba claros síntomas de encontrarse mal.María y Marcelino no dejaban de decirse uno a la otra que lo que deberían hacer es llevarlo a un hospital,pues estaba empezando a delirar con pequeñas convulsiones,esto cambiaba el panorama,Se podría decir que el sudor le recorría hasta por las venas mientras tiritaba.

 
 -no insistas,vamos a llevarte al hospital

 
-Esperad…,después…de…verlos…lo juro.

 
Le hicieron caso y se dirigieron a la pequeña propiedad

 
Al llegar a la zona ajardinada que servía de antesala se oía Petrushka de Igor Stravinski.A Juan se le llenaron los ojos de lágrimas.Dentro estaba Virtudes,tocando el violín.Juan Karakandula jugaba a las canicas con dos sirvientes.

 
-Lo…,que voy a decir…es importante…me muero…yo soy…,pero,por favor…que venga ella…o acercadme allí como podáis.Un hilo de sangre brotaba de la boca de Juan.Al ser advertida de la gravedad de la situación Virtudes se lanzó a la veloz carrera.Llegó hasta el tractor donde se hallaba Juan.

 
-¿Qué ocurre aquí?

 
-Hola…¿me reconoces?...

 
No hubo respuesta

 
-Sí,Juan Karakandula,esposo de Soledad…,tu hermano.Me echaron del país.Daba mucha guerra.Soledad fue buena.Hizo lo posible por ayudar.Tu eres buena también.No podía  decir  donde estaba,se pactó mi muerte,les convenía que viviera.Y Juan murió,mientras su vista intentaba llegar hasta una de las canicas,cosa imposible,claro está,y más en su situación.

 
Cuando Juan murió todos quedaron como cadáveres que se sostuvieran por estar plantados en la tierra.Por dentro se estarían diciendo.Pero,¿Quién era este Juan que a la hora de morir fingía ser otra persona?.¿o acaso creía de verdad ser uno más del linaje de los Karakandula?. Luego se supo que se dedicaba a escribir,y que le gustaba indagar,de lo que se dedujo su trastorno.

 

Xurxo@erencia
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