Cuando el cuerpo permanece fijado en la postal
Y de su recuerdo ya nada permanece más que un sonido breve,
Es hora de volver a empezar y no cesar, aunque parezca difícil.
Hablé con la voz del violín melancólico
En el desierto de las mareas,
Llorando por una ausencia.
Pero poco a poco remé cuando
a la vez, acechantes, estaban
crueles
fieras marinas que se elevaban hasta la cubierta.
Mimie,Nazarí y el perro Sprimin
Murieron, y tuve que arrojar sus cuerpos
Fuera de la chalana.
Ahora, sediento de otro mar
Y una vez en tierra, recuerdo
Las noches en el antiguo poblado.
¡Nosotros no huimos!...;
Solo fuimos en busca de ayuda
Y nos encontramos en medio de la mar.
Ahora, sediento de otro mar
Y una vez en tierra, miro a mi alrededor.
¿Hay alguien ahí fuera?
Xurx@erencia
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