En prueba de gratitud las ranas saltaban esa mañana,
cuando su amigo el
nenúfar se cerraba
después de florecer en la
noche
donde ya strigois y
vampiros
deambulan hoy por la
ciudad.
¡Un nuevo amanecer llegará!
después de la noche de
Transilvania,
decían condes y condesas
de la orden del dragón.
Mientras, los juncos
apuntaban altivos
E inofensivos en el lago
del deseo
En el mes de los estíos
Donde nosotros nos perdimos
Con las manos
entrelazadas
Haciendo cestos en los
que mordimos
El fruto para otros
prohibido.
¡Un nuevo amanecer llega!
Dijo luego Vlad Drăculea
Parte de un retablo del altar de la iglesia de Santa María, en Viena, pintado en el año 1460. Parece ser la única representación de Vlad Tepes pintada en vida de éste que ha llegado hasta nuestros días
Bien, aquí vale
hacer un comentario,o más bien dejaré una descripción física que de él hicieran
gentes como Nikolaus Modrussa, un delegado papal de la corte húngara.
A la amurallada ciudad
también,
A los campos desbrozados
Y a los que faltan por
sembrar.
¿Será solo faltar
comprender
El no dejarse abandonar,
pues la razón es al hecho
Engalanar si el olvido no
Es condicional indefinido?
Donde están quienes
aman,me aman
Y por mí son mí también
amados y no míos?
En la soledad de los
pozos ya sedientos y quebrados.
Porque…,
¿Quién en verdad
Hace acopio de crueldad,
Se alía con las guerras
Y gusta de la tortura y criminales ofensas?
¿Solo son acaso los strigois
y vampiros
Los sedientos de sangre?
Siguen bebiendo la sangre
derramada.
Vlad Drăculea criado
entre los otomanos
Aplicó la misma
crueldad que boyardos
De noble condicióm,y
con gusto más refinado…
Siguen bebiendo hoy la
sangre derramada
Quienes conforman este
demoledor imperio
Que apoya las guerras
y tortura a sus hermanas y hermanos
y tortura a sus hermanas y hermanos
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