ESCENA II
(Castillo del reino de Fontipanerika Están Causto
Lígito, rey de Fontipanerika y Castoriux su asesor militar)
CAUSTO LÍGITO: Yo, Pinicio de
Pontikomena, un nuevo amanecer auguro. A mí me fue dado ese mágico don de
facilitar la unión de las especies mediante singulares transformaciones. ¡Estoy
seguro!, un devenir que implicará un nuevo ejercicio en el
discurrir se aproxima. Así, doy voz y corazón humano de alto mando, entre otras
y otros seres, al saber de un cuerpo de hormiga versada en los anales de la
buena causa obrera. Ahora, ella, la elegida, es la nueva reina que destronará a
las existentes. Una antigua mujer caída en íntimo combate de lucha
proletaria es la que está dentro de ese diminuto cuerpo de insecto. Pero,
y pesándolo bien..., ¡por cierto! ¿Habré acertado con la elección?, ¿había
otras opciones?...”.Ah, ¡deliciosas!, francamente deliciosas estas letras aquí
impresas, ¿verdad que sí Castoriux?
CASTORIUX: Yo soy nuevo aquí y fui
llamado para otras misiones que no son precisamente las de enjuiciar y
dictaminar sobre lo oportuno o no de las explicaciones dadas en tan simbólicas interpretaciones;
interpretaciones dispuestas en el mágico tapiz de los ejercicios malabaristas
de las letras. Mi espacio es geográfico y más en el viento que sopla a favor de
quien tiene que construir otras empalizadas, pues militar soy en estas
cuestiones y máximo asesor de su majestad en ellas y no en las expuestas en
esos libros de hechicería...
CAUSTO LÍGITO: Hablas de simbólicas
interpretaciones y de hechicería. Lo primero porque eres hombre de poca fe y lo
segundo más atinado tal vez, pues así fue reconocido Pinicio de Pontikomena, el
gran adivino y mago también. Hechicero si quieres como tú dices, pero
transformó la realidad porque su voluntad iba encaminada hacia la salvación del
mundo entero, con lo que contaba con todos los seres de la creación para tales
empeños. Una de sus descendientas es Mougadiviche, la gran reina de mi corazón e
ilusiones. Ella aparece más adelante en el libro. ¡Ah!, es la estrella que me
guía cuando más triste estoy, lucero de mis noches abatidas que hace que algo
dentro de mi me diga que merece la pena vivir una nueva vida. Algún día
encontraré su reino, allí donde vive, en el País de las Sirenas.
CASTORIUX: ¿Insinúas
acaso cuando yo hablo de simbólicas interpretaciones que Pinicio de Pontikomena
cuando hablaba de las hormigas asumía que de verdad existía ese poder de llegar
a ser fijándose una conversión desde la antigua forma de mujer hasta este nuevo
insecto? ; Y no solo eso dices, sino que también afirmas que era él quien
poseía esa vara para así lograr tal objetivo, Pinicio
de Pontikomena, pues que yo sepa eso es imposible. Puedo entender que alguien
tenga, a base de mucho aprendizaje artes adivinatorias, pero la magia, eso es
otra cosa...
CAUSTO LÍGITO: Si tuvieses más fe
entenderías que lo importante no es el hecho de que ocurriera o no sino creer
que así ocurrió. Es necesario creer en lo que no se puede tocar pues las
distancias se hacen tan largas para nuestro infortunio que se confunden con las
cortas
CASTORIUX: Sean o no
largas a mi me toca la encomienda de equilibrarlas con la espada y no con la
vara que abre las puertas a la magia,
por eso estoy aquí y no por otra cosa
CAUSTO LÍGITO: ¡En fin!, menos mal que
todo imperio tiene un bufón de corte real. Quien aquí hacía estas labores el
pobre murió atragantado un día de triste invierno, desde aquellas comprendí
mejor el significado del ayuno. Pero ahora el espectáculo lo protagonizan este
espléndido coro de garzas y papagayos amaestrados que poseo
CASTORIUX: ¡Personas
vestidas de garzas y papagayos querrás decir!.
(El rey hace sonar la vara
una vez. Entran el coro de garzas y papagayos)
CORO DE GARÇAS Y
PAPAGAYOS: ¿Llamaba su majestad?
CAUSTO LÍGITO:¡ Llamaba!
CORO DE GARÇAS Y
PAPAGAYOS: ¿Entonces?
CAUSTO LÍGITO: ¡Ahora!
CORO DE GARÇAS Y
PAPAGAYOS: ¿El qué?
CAUSTO LÍGITO: Entonces..., ¿qué va a
ser?, si no hay instrucciones debéis improvisar...
CORO
DE GARÇAS Y PAPAGAYOS:
“Presagio venidero en forma de rayo
Que alumbras en la tempestad,
Tu fuego es eterno y el del amor un
suspiro”.
CAUSTO LÍGITO: ¡Bien!, acertado, breve
pero equilibrado, corto el amor pero candente su deseo
CORO DE GARÇAS Y
PAPAGAYOS: (Al unísono) ¡Esa era la idea!
CAUSTO LÍGITO: Mejor aun, genial, ¡esa
era la idea!, es poco decir pero su maestría radica en que así sale de
improviso en todos y todas vosotras al mismo tiempo. ¡Bueno!, es buena cosa
esta del ingenio al unísono. Ahora se come poco en el castillo, pero mi empeño
también es el de cambiar las antiguas costumbres obsoletas de monarcas viciados
por la gula, y tal es así que doy pie al arte de las letras sin estar al tanto
de medir sus prolongamientos. Por tanto, dejaré hacer y que juzguen quienes mi obra hayan
leído y la de las y los demás también. Un rey debe ser justo. Por mi parte
podéis retiraros, coro de garzas y papagayos,...o mejor no..., ¡danzad si
queréis, dad vueltas alrededor!, ¡dad vueltas toda la noche!, ¡dad vueltas por
el día!, dad vueltas hasta que vuestro cuerpo esté cansado y sienta que el
descanso es por algo merecido, haced esto si queréis o no, ¡sed felices!
(Salen el coro de garzas y papagayos
veloces)
CASTORIUX: Se comenta por
ahí que desde que sus inclinaciones van cada vez más encaminadas hacia tales
ingenios descuidas las básicas necesidades de tu pueblo
CAUSTO LÍGITO: ¿Y tú que dices? ¡Habla
por ti mismo! Pero antes debes saber que te elegí porque tienes una hermosa
dentadura afilada
CASTORIUX: Creo que se
están descuidando las posiciones defensivas. De hecho existen problemas en el
antiguo condado de Gumerania, así como en los pueblos que lo limitan como el de
Vatarianilk, Urkuyeima,Murtusinga, Pritaulmina.., todos ellos allá en el Norte...
CAUSTO LÍGITO: ¡Una extraña dentadura
afilada!..., y divertida a la vez...
CASTORIUX: Perdona mi
atrevimiento, majestad, pero no sé yo bien como tomarme esto, si como un
cumplido o como una ofensa...
CAUSTO LÍGITO: No lo tomes, simplemente
déjalo...
CASTORIUX: Si consideras
que lo que digo no es de importancia..., pero debes saber que Escarpín y la
alta nobleza del condado de Panerikafonti...
CAUSTO LÍGITO: De Panerikafonti hablas...,
Escarpín y Panerikafonti, Panerikafonti y Escarpín. Él sabe bien moverse en esas turbias aguas. Quien
pudo haber sido una cálida estrella que guiara el firmamento de otras
desapercibidas constelaciones áureas prefiere deslizar el frío mármol de la
desolación fruto de su desmedida ambición, antes que acariciar el pálido rostro
de la paz. ¡Devorador ilícito empeño el suyo! Su alma va unida a la ambición
despiadada. Pero..., igual en vez de
un imperio lo que se necesita es una voz libertaria que dirija al pueblo
CASTORIUX: ¿Cómo?,
pero...si tú eres un rey...., no entiendo....
(El rey hace sonar el cetro dos
veces. Entra un guardia real)
GUARDA REAL: ¿Que desea su alteza?
CAUSTO LÍGITO: Lo que sea bueno para mi
pueblo
GUARDA REAL: Sanas costumbres entonces
estas de un rey y afortunado el pueblo
CAUSTO LÍGITO: Decid a
Priscila, Críspulo y Tirreno que ya pueden entrar
(Sale el guardia)
GUARDA REAL: Podéis pasar
(Entran Priscila vigilanta mayor del reino de Fontipanerika y los dos oficiales
militares Críspulo y Tirreno)
PRISCILA: Hola, Causto Lígito, criatura
amamantada en la niñez por los lobos de la estepa. Tú que diste la vuelta a los
Océanos y mares de la tierra con tus imponentes alas crecientes que salen de tu
indómita sabiduría, la que nació de la atrevida soledad en la que supiste
navegar, un día, contra el viento y la marea de lo simple y mundano. Tú que pudiste
convertirte en escarabajo si quisieses para reunir el polvo y la descomposición
de antiguos y austeros sistemas regios que gobernaron en tan dispares hábitats
que ahora caen vencidos donde la mujer y el hombre.
CAUSTO LÍGITO: ¿Entiendes
ahora Castoriux?, aquí así se debe hablar, porque en algo nuevo se precisa
creer
CASTORIUX: Yo soy un
guerrero tradicional y un asesor militar
CAUSTO LÍGITO: Y ella la vigilanta de un reino que pronto dejará
de ser reino, con un poco de suerte tal vez. Pronto entenderás. No son solo
simbólicas interpretaciones, es algo más. Buenas seas
Priscila, ave que antes fuiste imperial. Dices que se muestran altivas y
serenas y que se dirigen a otro camino,
pero... ¿cual?, ¿se avienen esas gentes al diálogo?, o por el contrario...,
¿hemos de ver como se cubren el día y la noche con la sangre de sus confusos
instintos derramada?, pero..., continua, amiga Priscila, continua
PRISCILA: Verás, todo lo que yo voy a
decir bien lo pueden corroborar Crispulo y Tirreno. Cuando llegamos y divisamos
las primeras colinas, gozosas y gozosos parecía que volábamos inmersos en un
cielo que se abría despejado, atravesando vertientes que caían ofreciéndonos
sus inclinadas y erosionadas montañas,
que atesoraban en cuales sus prolongaciones
la belleza de dóciles valles en forma de V, como aquellos de la zona del
Cáucaso en los que habitan entre sus cuencas los cosacos de Kubán. Pero a
medida que avanzábamos en la línea septentrional que teníamos configurada, las
montañas ofrecían relieves más abruptos y cicatrizados.
CAUSTO LÍGITO: ¿Entiendes ahora Castoriux?, aquí así se debe
hablar, porque en algo nuevo se precisa creer.Por
buena doy yo tu lírica, Priscila, pero me asalta una duda, ¿por qué motivo será que tu mímica y predisposición en el afán descriptivo vuela
alrededor de la pequeña hierba y tarda mucho en ir al grano que triunfa en la
siembra? Mas no obstante a estas horas
de la tarde en que la lluvia deja paso a la claridad, se ofrece una tendencia
dinámica que buena es si se aviene a una
templanza contemplativa. ¡Sigue deleitando!, con tu consabida dulzura cromática
descriptiva de la naturaleza. ¡Castoriux!, ¿Entiendes
ahora Castoriux?, aquí así se debe hablar, porque en algo nuevo se precisa
creer.
PRISCILA: El viento golpeaba con fuerza,
a medida que avanzábamos podíamos observar como los desniveles eran aún más
profundos y las montañas aparecían más abruptas. El aire se elevaba y desde lo
más profundo se oía una húmeda melodía que ascendía con el humo de las
hogueras, que al ir cayendo la noche se adivinaban en las cumbres más altas,
hasta allí subían. Las vertientes que
daban al norte aparecían rebosantes de
hayas, y entre ellas, las más jóvenes, derrochantes de verdes intensos, al lado de las de más edad con tonos más oscuros
y sombríos; y todo ello en un sabio e inmenso espacio longitudinal que capta la
entrada del Sol, como si de un extenso lienzo obligado a asombrosas
transparencias ello fuera. Y en las cimas más altas abedules. Pero acerca de los
poderes mágicos que atesora la naturaleza bien puede hablar Crispulo, que pese a tan solo tener siete
meses de existencia siente una gran admiración por todo lo concerniente al
mundo de las plantas y sus usos y encantamientos.
CAUSTO LÍGITO: Vayamos pues sin ánimo entonces de ir en veloz carrera, y Sin dejar en el
olvido el detalle importante de que las gentes subían del valle a la montaña, punto
al cual retornaremos en el momento oportuno. Si es que ello es algo normal en las de vuestra apariencia. Tanta contemplación desde las
alturas sabido es que fija un deseo de
recta ingeniería en la voluntad transcriptora. Pero..., ¡habla, Críspulo!, ¡deléitanos!
CRISPULO: Abedules es el nombre que
nosotros les damos, pero entre ellos hablan de betulas, de nidos de mariposas
tratamos, donde las orugas se pegan y escalan su blanquecina corteza poseedora
ella de muy finos trazos más o menos horizontales que configuran pequeñas
escamaciones. Dicha corteza también aparece impregnada de lenticulares aperturas arbitrarias, como si
fuesen incrustadas inscripciones, por
las que circula el intercambio de las sustancias químicas necesarias para las transpiraciones. Se alimentan las futuras
mariposas entre otras lindezas de sus
resistentes hojas de efectos balsámicos. Y es que ese resplandeciente tronco de un albino tono, con esas protuberancias marrones
que parecen nidos de gusanos abre la
visión del ojo en la acción mental de la
a semejanza y posibles metafóricas nomenclaturas que incidan en las ya
comentadas aperturas a modo de inscripciones. La betulina es sorprendente, es
una sustancia química contenida en la corteza del árbol que le confiere a ésta
unas particularidades casi indestructibles, lo contrario que su madera, que
ofrece una gran vulnerabilidad .Se dice que aparte de usarla como
CAUSTO LÍGITO: ¡Desde luego que es una
cuestión esta de una sabiduría innegable! ¿Para que poseerse de un ejército
incalculable si tienes en los poros de tu piel una poción mágica que te es fiel
hasta la muerte? Bien, por hoy es suficiente, llega con esta parte del informe.
Y ahora Castoriux quería decirte que tal cual están en este momento las
relaciones diplomáticas difícil es siendo un imperio poder acercarse a estas
personas que están en las montañas más al norte, por eso es preciso no un
imperio sino alguien que guíe al pueblo. De momento no dejaré de ser rey porque
me pondría a toda la corte en contra y necesito de la voz de mando para llevar
a buen puerto mis sanas intenciones. Todo se hará poco a poco, pero lo primero
será encaminado a fortalecer los lazos de paz y diálogo. Sé que encontraré
feroz oposición, pero espero que tú estés de nuestro lado, y entonces podré
decir que no solo te elegí por tus dientes afilados