ACTO III
ESCENA IV
(Colina de las Ánimas Salteadoras.
A tres leguas del castillo de Causto Lígito, rey de Fontipanerika. Están
Usurbina, hija de Escarpín, conde de Panerikafonti, Castoriux, asesor militar
de Causto Lígito y un grupo de salteadoras y salteadores de caminos)
CASTORIUX : Bueno
Usurbina, hasta ahora hemos tenido suerte, el castillo de Causto Lígito se
encuentra a unos tres leguas al Este tan solo. Tenemos que ir hacia allí y dar
la voz de alarma de que Escarpín lo quiere pintar todo de negro. ¿No es así, salteadores
y salteadoras de caminos?, aunque en realidad debería de decir mi antigua
familia
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 1: Pero..., eso de que quiere pintar todo de negro. ¿Se refiere también
a nosotros?
USURBINA (Llorando): ¡Oh!,
¡es horrible!, ¡mi propio padre...!
CASTORIUX: Debes entender
que dada la situación así debía...
USURBINA: ¡Oh!...verás...no
se trata de eso. Ni dada la situación ni nada de eso. Claro que sí, que tenía que
conocer la verdad de todo. Pero claro, una no puede dejar de llorar por este
infortunio...
CASTORIUX: Bien está que
así lo comprendas para pasar mejor el trance, este disgusto... En cuanto a mi,
creyó tenerme amaestrado Escarpín, pero se olvidó de la fuerza del amor
USURBINA: ¡Oh!, ¡Querido
Castoriux! ; Yo..., la verdad..., es que desde que te he visto por primera vez
hace poco..., arrodillado delante de mi padre y con esos incisivos tan afilados.
Imaginé que dentro de ti había algo más que otros tantos siervos y siervas,
esclavas y esclavos que se arrodillan...,que se arrodillan en vida mientras
crece en ellos y ellas el odio y se auto aniquilan...
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 1: ¡Las malas son las jefas y no
las siervas o las salteadoras de caminos!
CASTORIUX: Algunos
siervos y siervas tienen la condición demoníaca dentro y son tantos o más
culpables que el amo o la suprema.
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 1: ¡Los malos son los jefes y no
los siervos o salteadores de caminos!
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 2: El amo es el amo y el siervo es el siervo.
CASTORIUX: Y una vaca es
una vaca y un novillo es un novillo. Quiero decir..., ¿qué importancia tiene
eso?
USURBINA: ¡Oh!, pues...a
mi me parece ello signo de una virtud francamente virtuosa. Dicho sea de
paso..., lo de la vaca y el novillo...
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 2: ¡Las malas son las jefas y no
las siervas o las salteadoras de caminos!
Nosotras antes vivíamos mejor. Había más miseria pero más carruajes con joyas. Nuestros
botines eran más grandiosos. Y aunque con Causto Lígito no desaparecieron las
injusticias sí es cierto que se empezaron a repartir las tierras entre las y
los granjeros de forma más equitativa aunque no la más idónea. Pero esas
insuficiencias a una salteadora de caminos como yo no le deben importar. En
realidad lo que nosotras hacemos es un poco de justicia, pues las ganancias son
para nuestras familias
CASTORIUX: Bueno, no
siempre fue así..., hay veces que salteadoras y salteadores, ¡mi vieja familia!,
hay veces que se comportan como pendencieras y pendencieros y entre ellos y ellas
se encrespan.
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 2: Igual es que..., a ver si va a resultar que con tanta sangre de nobleza se te ha pegado
algo. No sería nada extraño, eso pienso, todo sea dicho sin decirlo todo...
CASTORIUX: Yo era siervo
y ahora soy libre porque el amor hizo entrar en mi la sensatez y no las
vanidosas posesiones. Pero vosotros y vosotras..., ¡Ah!..., ¡sois parte de mi familia
y siempre lo seréis! Las circunstancias fueron las que hicieron que Causto
Lígito también se fijara en nosotras y nosotros para conformar su nuevo
ejército, como un sano ejercicio de
acercamiento con el pueblo
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 1: Pero..., vamos a ver una cosa..., ¡el pueblo no es un ejército!, y es
que en verdad es así que los malos son los jefes y no los siervos o salteadores
de caminos.
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 2: Confías demasiado en los aparentemente buenos sentimientos de las
personas, Castoriux. En realidad lo que nosotras hacemos es un poco de justicia,
pues las ganancias son para nuestras familias
CASTORIUX: ¡Es extraño
todo esto!, quizás fue que porqué pasé yo en el camino con vosotras y vosotros
mucho tiempo, aprendí más deprisa en el arte de la espada
Que las imperfecciones
del amor que se esconden en los libros.
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 1: Debemos andar con cuidado y extremar las precauciones. Como estratega
pienso que las tropas de Escarpín no deben ya andar lejos. El otro día pudimos
escapar de una pequeña avanzadilla, .Desde luego que visten unos atuendos
terroríficos. Todos de negro, hasta las afiladas espadas, y sin embargo..., ¡que
bien las saben manejar!
CASTORIUX: Ahora, una vez
que fui alcanzado por flecha amatoria deseo aprender...
USURBINA (Acercándose a Castoriux):
¡Castoriux!, pero...
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 3: ¡Muerte al traidor!
CASTORIUX: ¡Ah!..., he
sido alcanzado por...
SALTEADOR DE CAMINOS
NÚMERO 3: ¡Se ha hecho justicia!, era un salteador y se convirtió en un
traidor...
CASTORIUX: ..., ¡una
flecha!
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 2: ¡Maldito seas!, ¿porqué has hecho eso? ¡Ahora debes morir!
USURBINA: ¡Oh!, no...,
por favor, señor, si es que existes...porque de ti dicen que eres nuestro Dios
y eres bueno...
CASTORIUX:
¡Usurbina!...me..., muero...
USURBINA (Llorando): ¡Tú
eres malo!, eres un hombre malo, y por eso..., por eso permites que ocurran
estas cosas...
CASTORIUX: ¡Déjalo, Usurbina!...,
¡que te escolten..., hasta el casti...llo!
USURBINA (Llorando): ¿Por
qué permites estas cosas?, ¿porqué permites que muera quien quiere salir de la
prisión y comenzar una nueva vida? ¡Oh, amor mío! ¡Reniego de ti, falso Dios...!
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 2: Nosotras, las salteadoras te escoltaremos hasta el castillo..., en
nosotras debes confiar, pero este renegado debe morir
SALTEADORAS Y SALTEADORES
DE CAMINOS (Al unísono): ¡debe morir!..., ¡colguémosle de la horca!
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 3: No me importa. Maté a un traidor..., pasaré a la historia...
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 2: Ahora lo que pasará es una soga por...
USURBINA: ¡No, dejádmelo
a mí!, yo misma le cortaré la cabeza...
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 3: ¡Eso no!, que sea la soga...,o un hombre quien...,me
corte...la...cabeza...,¡oh!...,esto...¡pero que digo!...si...ahora no sé que me
pasa...pienso ahora..., pienso ahora que
voy a morir y todo...,todo cambia...¡no!...,¡esperad!, ¡yo no...,yo no quiero
morir!
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 2: ¡Haberlo pensado bien antes de así proceder!
USURBINA: ¡Tú, dame la
espada!, ¡ponedle la cabeza sobre ese tronco de árbol cortado!. Buena la
combinación
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 3: ¡No!..., ahora..., no quiero...morir. Hice lo que...creía de justicia.
¡Por favor!, en nombre del amor, no...Quiero...morir...
USURBINA: Haberlo pensado
antes. Eres un hombre malo y debes de morir
(La cabeza rueda por el
suelo)
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 1: ¡Una cabeza menos!
SALTEADORAS Y SALTEADORES
DE CAMINOS (Al unísono): Se ha hecho justicia
SALTEADORA DE CAMINOS
NÚMERO 1: ¡A partir de ahora Usurbina es toda una guerrera!
SALTEADORAS Y SALTEADORES
DE CAMINOS (Al unísono): ¡Viva Usurbina!, ¡tres hurras por Usurbina!
(Castillo de Causto Lígito. Aposentos de
Olmo, planchador de camisas del rey de Fontipanerika Causto Lígito. Están Olmo
y Youilovina, sobrina del rey)
YOUILOVINA: Pues, y ahora que estamos aquí
los dos, no puedo dejar de pensar en lo mucho que debes sufrir estando aquí
encerrado.
OLMO: Bueno, puedo salir al patio
también. Pero..., creo que..., lo cierto es que no pensamos en los demás hasta
que los vemos sufrir. Los lamentos de poco valen si uno está encerrado como yo.
YOUILOVINA: De aquí a la lavandería y así
todos los días. Una camisa nueva por cada día nuevo de sacrificio
de un rey por traer de nuevo un nuevo espacio en el que poder vivir todas y
todos en unión no debería de llevar consigo el que tenga que padecer alguien
por ello. Pero..., dices que hablas de amor universal, según me cuenta mi tío
el rey.
OLMO: Bien, lo cierto es que así es, aunque
también sienta deseos de amar y que me acaricien y ser acariciado, y usted...
YOUILOVINA: Puedes tutearme
OLMO: ¡Eres..., tan..., hermosa!
YOUILOVINA: ¿Solo eso?, en tus poemas
hablas de más cosas..., ¿porqué no me las dices ahora?
OLMO: Esto..., yo...Youilovina..., yo...,
verás..., debes comprender..., no hablo con nadie y...
YOUILOVINA: Pues ahora tienes una
oportunidad
OLMO: Es algo extraño..., sufro en vez...,
de estar...alegre
YOUILOVINA: ¿Sufres al verme?
OLMO: Yo no digo eso...
YOUILOVINA: Pues así parece
OLMO: Pues eso..., es que las cosas
parecen
YOUILOVINA: ¡no sé yo!
OLMO: ¿El qué?
YOUILOVINA: En realidad poco sé
OLMO: Yo..., tampoco
YOUILOVINA: ¡Bésame!
OLMO: ¿Cómo?
YOUILOVINA: ¡Ahora ya no me beses!
OLMO: ¿Es esto un juego?, porque parecer
lo parece como tal
YOUILOVINA: Mira como ahora hablas con más
arrojo. ¿Porqué será?Pero como dije deseo conocerte. Pero también quiero darte buenas
noticias. Parece ser que el rey ha aceptado romper con ciertas tradiciones como
esta de las camisas y me aventuro a pensar que ya cuando vuelva del Norte te
dejará en libertad. En cuanto a su vuelta es algo que me tiene preocupada, pues
viaja con el corazón y no con la cabeza, desesperado y a la vez extasiado por
estar junto a Mougadiviche.
OLMO: Creo que debes confiar más en
Mougadiviche, aunque no fuera así de la cabeza del rey, como tú dices, y espero
que se me entienda, de su impulsividad...,me refiero.
YOUILOVINA: ¡Vaya!,respondes antes por
las preocupaciones a las que mi tío me
eleva antes que a las que atañen a ti mismo, eso me complace. Es necesario que
salgas al campo, que huelas el estiércol y las flores que hay cerca de los
arroyos y que aprendas a nadar. Así que en prueba de amistad y en objeto de
satisfacer todas estas palabras de buenas intenciones a partir de ahora podrás
salir al campo todas las mañanas si así lo deseas, irás vigilado, pues no me
quiero arriesgar a que te escapes, más por mi tío que por mi, la verdad sea
dicha, porque no sé si te tendrá reservada alguna otra empresa. Como ves, y
aunque no le caes muy bien, él intenta ser justo y compensar
OLMO: Te estoy muy agradecido, Youilovina
YOUILOVINA: A mi no debes agradecerme
nada sino que es...
(Suenan tres golpes discretos en la
puerta)
REMULIN: Abra, por favor, señorita
Youilovina
(Entra Remulín)
YOUILOVINA: Pero..., ¿se puede saber que
diablos...?
REMULIN: por favor, señorita Youilovina,
escúcheme, viene hacia aquí con muy malas intenciones Conciliabilis, el
embajador de guerra y paz...
YOUILOVINA: Pero..., y como sabe él...
REMULIN: ¡Me asustó y tuve que
decirle...!
YOUILOVINA: Entiendo, bastante es que me
lo hayas dicho ahora. ¡Maldito Conciliabilis! Bien... ¡debo marchar!
OLMO: No sé que será mejor, que salgas
ahora o...
YOUILOVINA: La mayoría de oficiales aquí
están corrompidos, y piensan o ya forjan alianzas con Escarpín. Desconozco si
Conciliabilis va por su propia cuenta o no. En pocas personas confío, y una de
esas eres tú, Remulín, guardián número uno del castillo del rey. Pero, por
favor, cerrad la...
(Entra Conciliabilis)
CONCILIABILIS: ¿Y bien?
YOUILOVINA: Pero tú... ¿qué haces aquí?
CONCILIABILIS: La pregunta es al
contrario, ¿qué haces tu aquí? Aunque la respuesta es lo de menos, el caso es que
estás aquí
YOUILOVINA: Yo estoy aquí, tu estás aquí,
entonces digo yo ahora ¿y bien?..., ¡sal de aquí inmediatamente!
CONCILIABILIS: Al rey no le gustaría
saber que estuviste aquí. No goza de simpatía ese planchador de...
OLMO: Me llamo Olmo
CONCILIABILIS: ¡Tú te callas!
YOUILOVINA: Se me acabó la paciencia. Remulín,
ir a por más centinela y haced prisionero al embajador
CONCILIABILIS (desenvainando la espada): Antes
que muera el planchador y tú serás la causa, pues el decir será que intentó
ultrajarte y que yo te salvé
OLMO: ¡No!, ¡estás loco!
(Remulín, detrás de
Conciliabilis)
REMULIN: ¡Muere,
Conciliabilis!
OLMO: Pero, le has..., le
has rebanado el...cuello
YOUILOVINA: Te ha salvado, y deberías
darle las gracias. ¡A ver que hacemos ahora con este!
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