ACTO II
ESCENA VII
(Inmediaciones del
Castillo del reino de Fontipanerika. Bajan por el camino que va a dar al
castillo del rey Causto Lígito Pípulo y Pópulo, pajes de la reina del país de
las sirenas y Halmagetón asesor militar De Mougadiviche, reina del País de las Sirenas)
HALMAGETÓN: Confía la
reina en vosotros
PIPULO: Y nosotros en
ella, en tales reciprocidades se basa su imperio, siendo máxima la libertad y
condición de su reino del que no se hayan fijado fronteras
POPULO: ¿Es por eso que
nadie conoce de nuestro reino?
HALMAGETÓN: Bueno, ¡veréis!,
no es exactamente así la cosa, se conoce, pero por un libro que es anónimo
PIPULO: ¡Sí!, ya
conocemos de ese libro. Si es que con nosotros habla también la reina, no te
creas, lo que pasa es que tú estás dos días en el castillo y noventa fuera, lo
nuestro es diferente, siempre cerca de ella
HALMAGETÓN: En realidad
todas las personas que vivimos cerca de ella somos elegidas y elegidos por ella
y nos debemos a sus caprichos...
PIPULO: ¡Sí!, pero los
caprichos de la reina siempre son amorosos...
HALMAGETÓN: Cierto es.
Por eso somos afortunados y afortunadas quienes vivimos bajo su mandato. No son solo pasiones carnales sino decencia
POPULO: Acabas de decir,
Halmagetón, que todas las personas que vivimos cerca de ella somos elegidas y
elegidos por ella y nos debemos a sus caprichos. Esto es un poco raro, pues tú
eres un halcón
HALMAGETÓN: Veréis...eso
no es del todo correcto..., la reina imagina que yo soy un halcón y vosotros
como la amáis..., vuelo así yo como estandarte de la libertad, nada más que eso
PIPULO: Supongo que será
así, porque lo cierto es que nosotros no te vemos las alas, aunque sí te viéramos
volar
HALMAGETÓN: ¡Ya!, pero
debes confiar en que las tengo, porque ella me enseñó a confiar en las y los
demás, a entender el significado. Ella me enseñó a no dudar de mi posición
bondadosa, ella me dio esperanza, ella da esperanzas a las y los demás con sus
acciones y palabras, ella es buena y a todos y todas nos quiere, ella es una
rosa sin necesidad de espina, ella es una niña con forma de mujer, y todos de todos, porque así es que todos los días
piensa en nosotros y nosotras
POPULO: Sin lugar a duda
es una buena mujer, aunque a veces a mi me cueste pensar porque yo soy solo un
paje en su reino y no una estrella
HALMAGETÓN: Te confundes
amigo mío, Te confundes..., tú eres una estrella pero en forma de paje para servir a ella...
POPULO: ¿De verdad?,
pues..., carambas... ¡que alegría me das!
HALMAGETÓN: Y así servirás,
como tú también Pípulo, a las causas más nobles. El reino del país de las
sirenas está recubierto de una fina capa de estrellas y dentro de esa capa hay
más estrellas que somos quienes servimos a ella. Fácil de entender esto, por lo
menos es lo que yo así creo
POPULO: La verdad, aunque
no lo entienda creo entender algo sin haberte entendido bien, porque lo cierto
es que yo nunca me consideré en su reino un paje cualquiera sino algo mucho más
hermoso.
PIPULO (Girando sin parar
alrededor de sí mismo sonriente): Hermosos y naturales que somos, ¡vaya si
no!..., eso es..., ¡vivaaa!
POPULO: Allí se respira
libertad. Pero tú de estas cosas, querido Halmagetón, puedes hablar con
conocimiento de causa haciendo comparaciones y buscando las contrariedades o
semejanzas, pues tienes la oportunidad de poder visitar otros reinos debido a
las misiones encomendadas...
HALMAGETÓN: ¡Cómo esta de
ahora!..., así que entonces..., no digáis vosotros que no sois afortunados, pues
por fin pudisteis salir tú y Pípulo del país de las sirenas para estar aquí los
dos.
PIPULO (Girando sin parar
alrededor de sí mismo sonriente): Yo lo digo y así lo manifiesto girando sobre
mí mismo sin parar... ¡vivaaaa!
HALMAGETÓN: Ahora bien,
lo que os puedo decir, aun pudiendo decir otras cosas aunque esta es la que
ahora toca...
PIPULO (Girando sin parar
alrededor de sí mismo sonriente): ¡Que me toque a mí también con el roce de su
piel!
POPULO: Pero, ¿Qué dices
Pípulo? ¿Te has vuelto loco?, ¿qué te ocurre?
HALMAGETÓN: ¡Déjalo!, no
deberías extrañarte, sabes que es muy sensible a los cambios de temperatura y
espaciales. Está feliz por haber viajado, aunque la verdad, no sé porque tiene
tantas ganas de salir del país de las sirenas, es el mejor sitio de los que
existen en la tierra, aunque lo entienda porque es bonito esto de curiosear en
la vida de los y las demás y en sus costumbres ancestrales. Pero...,¡mirad
hacia allá!, en aquella alta colina..., esa mole de piedra que se levanta
vertical hacia el cielo es un castillo...; ¡el castillo del rey de
Fontipanerika!.
POPULO: Para un
poco...,amigo...,que te vas a marear.
HALMAGETÓN: Déjalo que se
maree si quiere si con eso es feliz. Todo esto es nuevo para vosotros...pero,...esto...,
.bien pensado..., ¡párate! Vamos a pensar en como vamos a hacer
POPULO: ¡Pensemos!
PIPULO (Sentado en una
roca, codos en rodillas y manos en la sien): ¡Eso, pensemos!
HALMAGETÓN: Tenemos una
carta a favor. Según Mougadiviche Causto Lígito ya está convenientemente
influenciado para dejarse venir con nosotros hasta el reino del país de las
sirenas, y como esa es nuestra misión debemos así proceder .Iremos con total
franqueza y nos anunciaremos como mensajeros de nuestro reino.
POPULO: ¿Cuál es ese tipo
de influencia?
HALMAGETÓN: Cosas de
telepatía al parecer. Ella así lo dice que hablaba con él desde la distancia
con el pensamiento
PIPULO: ¡Qué cosa más interesante
eso de la telepatía!..., yo quiero también...
HALMAGETÓN: Eso amigo,
requiere aprendizaje y buenas conexiones..., según parece ser...
PIPULO: ¡Me instruiré!;
¡querré saber!
(Castillo del rey de
Fontipanerika Causto Lígito. Están Youilovina, sobrina del rey, Priscila, Vigilanta
mayor del reino de Fontipanerika, Críspulo, lugarteniente 1º de vigilanta mayor
del reino de Fontipanerika , Tirreno, Lugarteniente 2º de vigilanta mayor del
reino de Fontipanerika el coro de garzas
y papagayos animadoras e animadores lúdicos del reino de Fontipanerika).
CAUSTO LÍGITO: Bueno, mi
querida sobrina, ha llegado el momento. El carruaje real y su escolta están
preparados, debo marchar. Dejo el castillo en manos tuyas, aunque seguiré
ejerciendo como rey allá en las montañas de Fromtiksom. Por favor..., coro de
garzas y papagayos contadme una historia que sea sensual y romántica a la vez
CORO DE GARZAS Y
PAPAGAYOS (Cantan al unísono con voz elevada al cielo transparente)
“Un día en que una rana se convirtió en sapo, o mejor dicho, en que
un sapo se convirtió en príncipe de trapo ya hace tiempo de ese traspiés;
pues…, ¿que ibais a creer?, ¿Qué yo en forma de sapo me iba a cubrir de gloria
porque me besaran?,¡jamás!, que otras voces dulcificaran con su brisa sensual
de flor enrollada en capullo de seda labial, y a mi me dijeran si acaso un poco
en bromas aunque fuese de verdad, ¡ven aquí!, ¡ya!, amanece conmigo esta vez en
mi hogar vaginal;... eso sí pudiera ser…,y entonces…, yo con mis brazos
rodearía despacio a la dama sin par y le besaría su piel acallando el brote de
hojas amargas que lindan con las otras hermosas rebozadas de miel”.
CAUSTO LÍGITO:
¡Oh!...,¡Bien!...,siempre a la altura. Allí en la montaña dedicaré más tiempo a
la música y la escritura. Volveré en quince días. Desde allí también gobernaré.
Confío en ti el castillo, mi sobrina, recuerda que no te debes de fiar de
nadie. Los altos oficiales que dejo aquí son fieles a la corona, pero ten
cuidado con la oficialidad del amor y las pasiones. No sé si hago bien
dejándote a ti...
YOUILOVINA : Quien no sé
si hace bien soy yo en no ir contigo, pero alguien de la familia debe quedar
aquí, y como solo vivimos tú y yo...,pues eso, yo aquí me quedo.
CAUSTO LÍGITO: Ni se te
ocurra acercarte a ese planchador de camisas. Es peligroso.
YOUILOVINA : ¡Descuida!
CONCILIABILIS : Ella
profesa amor hacia mi persona y yo a la de ella, como bien sabéis...¡Su
majestad!
YOUILOVINA (Aparte): Aquí me callaré y fingiré, no vaya
a ser que este empiece a hablar de que estoy liada con Olmo o cualquier clase
de vengativa condición por culpa de los celos
CAUSTO LÍGITO: ¡En fin!,
yo ya no sé de quien fiarme...tal vez...,pero hay cosas que son difíciles de
controlar cuando se habla del amor, y más cuando se trata de una persona tan
querida para mí, mi querida sobrina Youilovina que es como mi hija. En
fin...Priscila,¿estás preparada?, tú vendrás conmigo para ser mi brazo derecho
en Fromtiksom. Críspulo y Tirreno, tus lugartenientes volarán hacia el norte...
PRISCILA: Siempre a sus
órdenes...,¡su majestad!
(Salen todos del
castillo. En el carruaje real entran el Rey, Priscila y dos de la guarda real)
YOUILOVINA (Llorando) ¡Mi
querido tío!..., ya sé que solo son quince días..., pero yo a ti te lo debo
todo... ¡cuídate!
CAUSTO LÍGITO:
Querida sobrina...,no debes dramatizar tanto...¡Dame un beso)
(La sobrina besa al tío,
el tío besa a la sobrina y parte el carruaje, pañuelos blancos de despedida por
doquier desde el foso, torres y almenas también)
CAUSTO LÍGITO: ¡Adiós!...
YOUILOVINA: ¡Adiós!...
(Halmagetón, Pipulo y Pópulo
van por el camino hacia el castillo)
HALMAGETÓN: Lo dicho,
recordad que en cualquier momento nos van a dar el alto De hecho es raro que no
lo hicieran ya. Parece un castillo atípico este. Cuando nos paren debéis ser
naturales y decir que venimos del país de las sirenas para ver al rey.
PIPULO: Eso es...la
verdad, que a mi me está gustando mucho este reino, tiene árboles muy bonitos
también que...
HALMAGETÓN:
¡Silencio!...oigo pisadas
POPULO: Más que
pisadas..., diría yo...
PIPULO: Carruajes..., sin
duda,...una caravana de carros
HALMAGETÓN: ¡Escondámonos
detrás de estos manzanos!..., tienen que pertenecer a la guarda real
(Dentro del carruaje
real)
CAUSTO LÍGITO: Priscila, yo
sé bien que tu me eres leal. Así que ya
sabemos que Castoriux me traicionó...
PRISCILA: Así es, su querida
majestad. Los oficiales a quienes mandaste seguir la pista dicen que hasta el
desierto llegó secuestrado, y que había allí todo un ejército, luego perdieron
el rastro porque tuvieron que escapar pues fueron descubiertos y cayeron en una
emboscada. Pocos sobrevivieron pero así lo hicieron saber.
CAUSTO LÍGITO: ¡Escarpín
está formando todo un ejército siniestro!,dicen que tiene poderes especiales
Escarpín. Deberé dar la señal de ataque mientras huela el aroma de la aurora de
las montañas de Fromtiksom...
(Detrás de los manzanos)
HALMAGETÓN:
¡Ahí están!, sin duda alguna. Paremos la trayectoria de la caravana. ¡El tercero es el carruaje real!
(Saliendo del
escondite)
PIPULO: ¡Alto ahí!, en
nombre de la reina del país de las sirenas
POPULO: ¡Alto ahí!, en
nombre de ella
HALMAGETÓN: ¡Venimos en
misión de paz!
(Asoma el rey la cabeza
desde el carruaje real. Grita)
CAUSTO LÍGITO: ¿Qué
demonios pasa?, ¿se puede saber porqué os paráis?
GUARDA REAL (Desenvainando
la espada): En nombre del rey. ¡Daros por muertos!
DIEZ GUARDAS REALES (Desenvainando
la espada): En nombre del rey. ¡Daros por muertos!
HALMAGETÓN (Gritando):
¡No!..., ¡Alto!..., venimos en son de paz. En nombre de la reina Mougadiviche.
CAUSTO LÍGITO: ¿Cómo,
Mougasdiviche decís? Acércate tú, el que parece el jefe.
HALMAGETÓN (Acercándose):
¡Misión de paz!..., Mougadiviche...
CAUSTO LÍGITO: ¿Será eso
cierto?..., ¡OH!..., ¡No puede ser!..., ¡tanto tiempo esperando este momento!
Pero..., no puede ser..., necesito una señal para creeros
PRISCILA: Pero... ¡su
majestad!..., ¡son unos bandoleros!..., pero..., aunque así fuese..., no debe
usted dejarse llevar por tan extraño amor que solo traerán desgracia a este
imperio...
CAUSTO LÍGITO: Si es
cierto esto, llega el momento en que el imperio dejará de ser imperio y será un
lago del amor..., recobraré mi verdadera identidad escondida por la falta de
amor. Pero..., ¡dime!...o mejor...tú...,¡dadme una señal para que pueda así
creerte!.
HALMAGETÓN: Si me permite
su majestad, si me permite sacar este papiro que llevo enroscado al cuello
CAUSTO LÍGITO: ¡Sea!...,
¡No!... ¡espera!...tú, guardia...cógelo y tráemelo, lo leeré en voz alta y de mi
propia voz...
GUARDA REAL (Entregando
el pergamino): Aquí tiene, ¡su majestad!
CAUSTO LÍGITO: ¡No!,
mejor léelo tú
CAUSTO LÍGITO: Pero como... ¿tú no te presentaste acaso a las clases que doy para aprender a escribir?
GUARDA REAL: Es..., que
no..., me enteré
GUARDA REAL: En fin. ¡Otro!,
que venga otro que sí sepa...
OTRO GUARDA REAL: ¡Aquí!,
presente...
CAUSTO LÍGITO: ¡Leed pues!
¿A que esperáis? Este puede ser un momento que haga cambiar la historia y tu serás
la voz anunciadora...
GUARDA REAL (Leyendo):
Mougadiviche soy, la gran reina de tu corazón e ilusiones, la estrella que te guía cuando más
triste estás, lucero de tus noches abatidas que hacen que algo dentro ti te
diga que merece la pena vivir una nueva vida. Algún día encontrarás mi reino,
allí donde vivo, en el País de las Sirenas.
CAUSTO LÍGITO:
Pero...si,..., ¿estaré soñando estando despierto?..., ¡pero si son las palabras
que se repiten en mis sueños! ¡Oh!, ¡que alegría!,¡que inmenso placer...después
de tanto tiempo...Sin duda, no me engañáis. ¡Rápido!, ¡llevadme hasta ella!
PRISCILA: Pero...,¿se ha
vuelto usted loco?.¡No puede ser usted tan ingenuo!..., perdone por estas
palabras..., su majestad...pero...
CAUSTO LÍGITO: Quien no
quiera venir que no venga. Es más, no necesito tanta guardia real para donde
voy...
CAUSTO LÍGITO: Una reina
es la que me llama, y de un hermoso país, el país de las sirenas.
FIN
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