lunes, 2 de septiembre de 2013

FANTASÍA DE CORTE Y NOBLEZA (ACTO I;ESCENA IV)




 

   

                                                ACTO I

                         ESCENA IV

 

 

(Torre del homenaje  del castillo del conde de Panerikafonti. Salón oficial. Están Usurbina, hija del conde y Escarpín, conde de Panerikafonti)

 

 
ESCARPÍN: Y bien mi querida hija, deberías ser más cortés con el marqués

 

USURBINA: Ya sé que una mujer como yo en estos tiempos que vivimos es tradición que sea obligada a casarse muy a su pesar, pero mi disposición y voluntad no va por ese camino...

 

ESCARPÍN: Tu disposición y voluntad, mí querida hija será convenientemente domesticada cuando entiendas que no tienes otra salida. Las mujeres de hoy en día no tienen otra salida y deben doblegarse a las tradiciones que traen por efecto la supervivencia para ellas. Deberías saberlo bien

 

USURBINA: Pero yo no siento estima hacia Palantrix. ¿Es que no vas a tener en cuenta mi voluntad?

 

ESCARPÍN: Tu disposición y voluntad, como ya te dije, mi querida hija, será convenientemente domesticada. Es un marido ideal.

 

USURBINA: Para ti..., será eso...

 

ESCARPÍN: Para mi no, yo no me caso, de hecho solo estoy casado con el deber que se otorga a mi voluntad. Debes comprender que yo a ti te quiero y deseo lo mejor para ti, aunque tú no estés de acuerdo conmigo. Este condado pronto dejará de pertenecer al reino, y debemos de estar preparados para las convenientes alianzas.

 

USURBINA: Ya, y usáis a nosotras las mujeres para tales menesteres...

 

ESCARPÍN: ¡Tienes una lengua muy afilada!,..., ¡mira!..., sabes bien que no hay otra salida..., ¡las cosas son así!...

 

USURBINA: Pero bien puede ser con alguien al que yo tenga más inclinación.

 

ESCARPÍN: Acaso...,  te acabo de decir que este condado pronto dejará de...

 

 
( Golpes en la puerta. Tres puñetazos. Suena un cencerro por respuesta. Entra un mayordomo)

 

 
MAYORDOMO: Disculpe el señor conde. El marqués de Kafontepaneri y su hijo el señorito Palantrix aquí están ya, ¡por fin!., como así deseaba usted. Y con el debido respeto y devoción que debo a su persona decir que es un honor servirle a usted en el oficio...

 

ESCARPÍN: ¡Basta!, ahora no..., ahora no necesito del prólogo adulador; a veces se necesitan y a veces no..., ¡y tu bien deberías saberlo!... ¡está bien!... ¡retírate y que pasen!

 

(Sale el mayordomo)

 

ESCARPÍN: Y ahora hija mía, sé educada. En realidad no conoces a este marquesado, un marquesado que vendrá bien para las aspiraciones del condado, y añado también que lo cierto es que pocas oportunidades le dio tu voluntad a ese joven, pues apenas lo conocéis. Es un joven divertido y alegre e ingenioso, que escapa a lo que se entiende hoy en día por señorito. ¡Ten paciencia y verás!.

 

USURBINA: Sea pues por el respeto que una hija le debe al padre que...

 

ESCARPÍN: ¡Sea por eso entonces!

 

 
(Entra Palantrio el marqués de Kafontepaneri y su hijo el señorito Palantrix)

 

 
PALANTRIO: ¡Me alegro de volverte a ver, querido amigo!, conde de Panerikafonte.

 

ESCARPÍN: ¡Bienvenido seas Palantrio, a mi morada, os estábamos esperando con ilusión

 

USURBINA: Mal empezamos si ni siquiera a mi me saluda...

 

ESCARPÍN: Pero... ¿será posible?, ¿cómo puedes ser tan descarada?, ¡otro padre y te cerraría con llave la alcoba!...¡Perdonadla...!,es que tuvo una mala noche...,pero...¡permitidme  que os deleite con un magnífico hidromiel del fundamento de las exquisitas mezclas de tan interesantes fluidos. ¡Y bienvenido seas tú también, Palantrix!.

 

(Suena el cencerro. Entra el mayordomo)

 

MAYORDOMO: ¿Qué desea su señoría?

 

ESCARPÍN : ¡Traed hidromiel!

 

 

(Sale el mayordomo)

 

 
PALANTRIX: Buenas sean, conde de Panerikafonte. Y a ti Usurbina, bienvenida seas ya no solo en mi corazón sino también en el regocijo de la naturaleza y de ser privilegiado por estar tan cerca de ti. Y yo te digo también, disculpa a mi padre, no pienses que no te entiendo, pero también debes entender que él es mi padre.

 

USURBINA: Pues la verdad, no entiendo que quieres decir con eso, ibas bien al principio aunque fuese nido de simple parloteo, pero fue bonito, y lo bonito siempre quiere decir algo, pero cortaste con el filo e hiciste un  confuso final ¿Qué significa que entienda que es tu padre, pues eso ya lo sé...; y a mi como me gusta que las cosas sean concretas, precisas y claras como el agua que fluye en el hidromiel del que hablaba mi padre, pues eso...

 

( Golpes en la puerta Tres puñetazos. Suena un cencerro por respuesta. Entra el mayordomo)

 

MAYORDOMO: ¡el hidromiel, su excelencia!. ¡Para lo que usted mande, su excelencia!..., y con el debido respeto y devoción que debo a su persona, decir que es un honor servirle a usted en el oficio de tan deleitable honor y honra. Y sepa usted que aparte de esto tiene aquí un amigo y una mano tendida para el consuelo de las horas afligidas que pudieran venirle a su excelencia.

 

ESCARPÍN : ¡Bien!, ¡de acuerdo!, ¡ahora has acertado!, ahora si era el momento, pero...,¡retírate ya!,¿a que esperas?

 

(Sale el mayordomo)

 

 
USURBINA: como iba diciendo, que no entiendo entonces de esas condicionalidades en las que anidan tales arbitrariedades, ese dejar en el aire lo que es de la tierra y no del aire.

 

PALANTRIO : ¡Bueno!, de lo que no hay que dudar es que tiene cierto ingenio...

 

ESCARPÍN : ¿Ingenio?..., ¡es una descarada y desagradecida!. ¡Disculpadla!, pero todo esto no quiere decir nada, siempre fue ella muy fantasiosa...¡Bien, disfruten de la bebida!. Puedes retirarte, mayordomo.

 

PALANTRIX: ¡Usurbina!, ¡verás!, ¡escucha esto!, yo lo compuse..., lo llevo dentro de mí y ahora mi corazón golpea con fuerza y sale:

 

“¡Escuchad, habla Andrómeda

Por medio de Casiopea!

¡Miradla!, otra vez se puso

 Tan hermosa para que cabalguemos

Junto a ella

Y mientras, apaciguadamente

Sugerente el lino de la equidad

Se vela en nuestros ojos.

Algún día si, algún día será,

¡Que bonito será alguna vez un nuevo día,

Un nuevo amanecer”

 

ESCARPÍN : ¡Ahí queda eso!, ja,ja,ja...¡Ahí queda eso!...si esta chica, mi querida hija, no se enamoró ya al momento por este flechazo de Cupido yo ya no sé que decir de este mundo.¡Que!...¡eh?...¡que dices ahora!

 

USURBINA: ¡Bah!

 

ESCARPÍN : ¿ va?

 

USURBINA: ¡No!...¡bah!

 

ESCARPÍN : Pero, ¿es que acaso no estas bien de la cabeza?. Bueno, pues nada, ¡se acabó mi paciencia!. ¡Te casas con él y ya está!

 

PALANTRIX: ¡No!, ¡por favor!,así tan poco quiero yo!.

 

PALANTRIO : Per...bueno...la verdad, ¡yo ya no entiendo a esta juventud!, ¡tú te casas con ella!

 

USURBINA: Quiero decir que no está mal, pero que no solo por ello va una mujer como yo a rendirse a los pies de un hombre. De todas maneras ha despertado en mí cierta inquietud...¡quien sabe!...,además...hay cierta decencia...quizás...

 

ESCARPÍN : ¡Mejor!, esto es otra cosa, parece que mi hija va recobrando la razón. Si es que en el fondo es una buena mujer, la criatura, con un carácter fuerte pero es adorable-

 

USURBINA: Con lo que acabo de decir no sellé nada...

 

PALANTRIO : ¡ Sellarás!, sellareis tu y mi hijo. Bebamos el hidromiel en un brindis por los nuevos tiempos y las nuevas alianzas!

 

 
( Golpes en la puerta Tres puñetazos. Suena un cencerro por respuesta. Entra el mayordomo)

 

 
MAYORDOMO: ¡Su excelencia!, los asesores militares han vuelto de campaña.

 

ESCARPÍN : ¿Cómo?, ¡han llegado antes de tiempo!, disculpadme, pero debo ir al encuentro.

 

PALANTRIO: No se preocupe su excelencia, que lo que aquí tratamos tiene otros tiempos también, nosotros nos retiramos.

 

USURBINA: Yo me retiro también

 

ESCARPÍN : Sea entonces, y ánimo a todo el marquesado

 

(Salen Usurbina, Palantrio y Palantrix)

 

ESCARPÍN : ¡Haced que entre el asesor militar mayor, Vignoverilo!

 

MAYORDOMO: ¡Sí!, su excelencia

 
(Sale Mayordomo. Entra Vignoverilo, el asesor militar mayor del conde de Panerikafonti Escarpín)

 

ESCARPÍN : ¡Y bien!

 

VIGNOVERILO: Su excelencia, todo va bien, los cuervos progresan, se están haciendo con parte del territorio.

 

ESCARPÍN : ¡Bien!, debemos sobre todo máxima discreción. No quiero bajo ningún modo que nadie se entere de donde viene el asunto. De momento bien vale. Ahora con esto me llega. Ya me darás mañana más detalles. ¡Retírate!

 

 

                                                   FIN