sábado, 5 de octubre de 2013

FANTASIA DE CORTE Y NOBLEZA; ACTO III -ESCENA VI




                                                     ACTO III

                                             ESCENA VI




(Valle de la encrucijada, a unas cincuenta leguas del castillo del rey de Fontipanerika. Están dentro de una tienda de campaña Escarpín conde de Panerikafonti y Corax)



ESCARPÍN: Así que la vieron pero no pudieron retenerla... Por lo que se lee en el mensaje eran los nuestros un pequeño grupo de reconocimiento de cinco o seis cabezas y ellas y ellos quintuplicaban o más en fuerzas. Vieron nuestra posición y los nuestros tuvieron que huir. Dice así mismo el mensaje que iba ella con un grupo numeroso de bandidas y bandidos, renegadas y renegados apátridas del camino y que se dirigían a la Colina de las Ánimas Salteadoras, a tres leguas del castillo de Causto Lígito....,¡idiotas!...,esto es lo que digo yo, ¡cobardes!...,pero...sigue el mensaje...,sigue el mensaje diciendo que esperaron a las tropas de refuerzo y al subir a la colina la registraron palmo a palmo y dieron con un grupo de bandoleras y bandoleros que afirmaban no saber nada de mi hija, y que al mismo tiempo que esto decían otros bandoleros y bandoleras que permanecían en las copas de los árboles les tendieron una emboscada. Que fue feroz la lucha y aciaga nuestra victoria. ¡Ya!, ¡aciaga...!, aciaga..., ¡nuestra victoria!; como si un grupo..., como si un ramillete de bandoleras y bandoleros fuese rival para toda una legión de guerreros..., ¡idiotas! Si es que no tiene desperdicio esto que está aquí impreso, estas letras que sujeto con mis manos. Así que mi hija Usurbina con bandoleros y bandoleras... ¡Idiotas! Pero sigue la cosa para luego advertirnos de que por medio de la tortura una de ellas habló, y dice luego que fue escoltada por otras dos mujeres bandoleras de gran valentía y arrojo para así llegar hasta el castillo. O sea, y como resultado que mi hija llegó hasta el castillo del rey de Fontipanerika y mis guerreros no cumplieron con la misión

CORAX: ¡Sí!, ese parece el resultado

ESCARPÍN: ¿Es todo lo que tienes que decir, es todo lo que tiene que decir  la magnánima figura de un general al mando de cinco legiones? En fin, sea como fuere, el final de esta batalla no llegó pero la cosa esta ya no tiene remedio.

CORAX: Ya no tiene remedio...

ESCARPÍN: Pero..., ¿por qué repites lo que yo digo? ¿Te has convertido en un loro o un papagayo, o eres acaso de inferior condición y aun andas por los árboles trepando como si fueses un mono?

CORAX: Si todos fuésemos monos igual no se necesitaba vivir lo que vivimos

ESCARPÍN: ¡Vaya!, pero que cosas..., ¡qué ocurrencias! Pero digo yo..., ¿y qué más da eso si no somos monos? En cierto modo..., ¡verás!, te diré que yo también fui mono..., esto..., quiero decir..., te diré que yo también fui cuando era más joven filósofo, poeta y un buen jugador de ajedrez, y la única de estas aficiones que conservo es la última pues agudiza la conciencia estratégica mientras que las otras se ahogan en sus propias necedades y desesperación.

CORAX: Yo soy militar, no filósofo, pero puedo...

ESCARPÍN: ¡Ese maldito Castoriux! En realidad yo creía que lo tenía amaestrado..., en fin, y al final quien lo tenía..., al final quien lo tenía a amaestrado era mi hija, no yo. Si es que lo cierto es que es este un complejo mundo donde las imprevisiones sustituyen a las razones de la lógica

CORAX: Puedo opinar también aunque filósofo no sea, es lo que quería decir

ESCARPÍN: ¡Ahora muerto está por la mano de uno de sus antiguos camaradas de oficio!

CORAX: Ahora muerto está Castoriux, cierto es, y las y los muertos ya nada pueden hacer si no se sacrificaron por las y los demás o si por el contrario se aprovecharon de todas y todos hasta esclavizar el cuerpo y la mente hasta la muerte, puedo opinar también aunque filósofo no sea...

ESCARPÍN: Bien, lo que ahora vamos a hacer es lo siguiente. Tú en cuanto llegue el ahora marqués de Kafontepaneri, el que antes fuera  hijo de Palantrio, el señorito Palantrix...

CORAX: ¡El asesino de su padre!, el antiguo señorito Palantrix

ESCARPÍN: Bueno, eso es lo que se dice, pero eso da igual. Palantrix es más fiel que su padre a mis deseos. El caso es que con la sexta legión comandada por el mismísimo Palantrix irás hasta la Colina de las Ánimas Salteadoras .Te espera allí la otra legión, la nuestra, ahora agrupada y que antes se desplegaba en voz triunfal tras romper una y otra vez con las fuerzas enemigas defensoras del castillo del rey. Toda una legión que no supo encontrar a mi hija pero que se halla ya en esa colina, a tres leguas del castillo del rey, allí donde murió el canalla de Castoriux. Una legión  sin apenas oposición. Cuando tú llegues les darás las debidas instrucciones para que rodeen el castillo.

CORAX: solo así de esas dos maneras las y los muertos, si no se sacrificaron por las y los demás o si por el contrario se aprovecharon de todas y todos hasta esclavizar el cuerpo y la mente hasta la muerte, solo así se podrá dejar una huella en la historia  que tal vez sea seguida su senda por otros y otras que pretendan allanar caminos para su gloria o para las de las y los demás.

ESCARPÍN: Irás con una pequeña comitiva de heraldos con bandas blancas que determinan un pacífico deseo.

CORAX: Y es que en verdad que así es; yo puedo opinar también aunque filósofo no sea, es lo que quiero decir y digo...

ESCARPÍN: Y dirás eso que hay que decir: ¡rendiros o morir!

CORAX: Yo puedo opinar también aunque filósofo..., pero..., una cosa..., ¿Y su hija?

ESCARPÍN: Muy a mi pesar este mensaje también va por ella. He intentado retenerla antes de que llegara al castillo, y si no quiere ponerse del lado de su padre ella sabrá lo que hace

CORAX: Y usted, entonces, atacará el País de las Sirenas...

ESCARPÍN: Sí, con estas tres legiones que vienen conmigo. El castillo está protegido, por fin, pues he pintado todo de negro el condado y queda allá otra legión



(Castillo de Causto Lígito, rey de Fontipanerika. Salón oficial. Están Youilovina, sobrina del rey y Usurbina, hija de Escarpín, conde de Panerikafonti)



YOUILOVINA: Así que vienes del condado de Panerikafonti y dices ser la hija de Escarpín

USURBINA: Lo soy, que es diferente

YOUILOVINA: Sabido es que Escarpín tiene una hija a la que no deja salir del condado de nombre Usurbina, y así parece ser que eres tú, pues así se te ha reconocido como tal por el sello que llevas en el cuello tatuado, todo un distintivo del condado impreso en tu piel y el hecho de que te reconocieran así oficiales de la corte. Oí hablar mucho de ti a mi tío el rey Causto Lígito como la hija de Escarpín que quedó huérfana de madre y que era ella hija a su vez de un sultán, por tanto tu abuelo, un sultán de la ahora pequeña república de Tipanerikafon en las altas montañas de Gerbén, que lindan con el desierto  Urlituamina

USURBINA: Y así es, esa soy yo, la que aquí está ahora. Vengo del Castillo de mi padre luego de, y como ya sabéis, alguna que otra aventura, entre ellas la de haber dado muerte con mis propias manos agarrando espada cortante y decapitando a quien matara al hombre a quien quería

YOUILOVINA: ¡Eso es algo que te dignifica! Pero bien..., verás..., debo decirte algo importante. Pero antes debo presentarte a Olmo, el planchador de camisas del rey.

OLMO: ¡Ese soy yo! ¡Todo un placer para mí poder contemplar tanta belleza en un solo cuerpo!

USURBINA: ¡evidentemente que sí!..., quiero decir..., evidentemente que tú tienes que ser quien dice Youilovina y no hace falta que te reafirmes en tal condición, pues yo aquí solo veo un varón. Así pues..., pues hola sea pues... Lo cierto es que no se entiende el hecho de ese sufrimiento, ni mucho menos que este hecho sea comprensible solo por estar acurrucado bajo el lecho protector de una tradición

OLMO: Pero..., verás..., ¡Por fin ya soy libre!

YOUILOVINA: Así es, Usurbina, pues debes saber que el rey, y debo decir que por medio del ejército de palomas mensajeras que posee  y con su augusta firma y mandato  hace saber que esas tradiciones ya no tienen vigencia desde hace tres días en que nos llegó la última carta desde el antiguo condado de Gumeriania donde él está ahora, en el reino del País de las Sirenas. Y dice más cosas el rey que...

USURBINA: ¿El reino del País de las Sirenas?, pues..., la verdad es que suena bien eso, sí que bien suena eso es cierto que sí

YOUILOVINA: ¡Más cosas que debes saber!

USURBINA: ¡Pues házmelas ya saber!

YOUILOVINA: Lo cierto es que tu madre aún vive todavía, y...

USURBINA: ¿Cómo?, pero..., si mi madre era reina de la ahora pequeña república de Tipanerikafon en las altas montañas de Gerbén, y que murió cuando yo...,

YOUILOVINA: ¡Sigue viva!

USURBINA: Y que murió cuando yo tenía...,  y que murió cuando yo tenía solo un año; ella se...llamaba..., de nombre..., pero, ¡no puedes ser lo que estás diciendo!

YOUILOVINA: Se llama Mougadiviche y en verdad que así fue reina como tu dices, y ahora lo sigue siendo, pero de otro reino muy diferente

USURBINA: Su nombre era..., ella se llamaba Tiraluima, y así está escrito..., y así está escrito en los libros..., en los registros..., así fue este hecho en la vida..., ¡no puede ser!...,¡oh!...,pero...,¡tal vez puede ser!; nada me sorprende ya de mi padre..., pero...

YOUILOVINA: Un reino de este mundo que viene para hacer posible otro mundo se abre a nosotras y nosotros como una antorcha libertaria

USURBINA: ¡Oh!, quiero yo creerte pero no sé, de ser así es algo maravilloso que así fuese...

YOUILOVINA: Ella vive en las montañas del Norte, donde antiguamente se situaba el condado de Gumeriania y que ahora es el reino del País de las Sirenas, y ella es la reina. Causto Lígito, el rey de Fontipanerika, mi tío se hala ahora con ella...

USURBINA (Aparte): ¡Mi madre!, pero..., ¡qué hacer!, creer o no creer y no saber adonde una va siquiera

YOUILOVINA: Esa base es la que radica en el hecho de que estas son palabras que así transmite la propia reina, tu mamá, y que nos llegan a través del rey y su ejército de palomas mensajeras. Y dice más cosas el rey que...

USURBINA: ¿Y porqué no está entonces ella aquí para bendecirme?

YOUILOVINA: ¡Oh!, verás..., ella ahora tiene cosas muy importantes que hacer. Ella tiene que defender primero su reino para así librarnos  de las acometidas de tu padre que pretende borrar de la faz de la tierra cualquier señal de vida de aquellas montañas y valles que parecen reposar de su desprendimiento de  las nubes por sus insinuantes y elevados perfiles encrespados, donde buen acomodo tienen diosas y dioses que allí descansan.

USURBINA: Lo cierto es que yo vine aquí guiada por el deseo de encontrar derecho de asilo en esta la capital del reino de Fontipanerika y en este el  castillo, del rey Causto Lígito, así que no veo porqué debo ahora cambiar esta mi confianza depositada en vosotros y vosotras antes que verme otra vez bajo la soga de la voz y mando de mi propio padre. Deseo ir con ella entonces, con mi madre

YOUILOVINA: Pues con un poco de suerte tus deseos se verán cumplidos, pues como digo, cierto es que dice más cosas el rey que nos llegan a través de sus palomas mensajeras que están entrelazadas entre yo y él...

USURBINA:             Mi padre es aficionado a amaestrar cuervos, halcones y otras aves de presa

YOUILOVINA: Cierto es, todo esto lo sabemos ahora a través de tu madre y en boca  y tinta impresa por mandato del rey;  y así como te comento y por medio del ejército de palomas mensajeras que posee estas letras llegan hasta nosotros y nosotras. ¡Que cosas tan maravillosas tiene la naturaleza y sus seres que se complementan!, y así es que te digo que cierto es que dice más cosas el rey que nos llegan a través de sus palomas mensajeras, aunque más que dichos son órdenes. El rey manda que desalojemos el castillo y vayamos al reino del País de las Sirenas

USURBINA: Pero..., eso...significa la muerte de muchas víctimas inocentes..., ¡no puede ser!

OLMO: Yo no lo veo tan ilógico. La capital del reino y este castillo están ya sitiados. El problema es salir de aquí. Por un lado estamos secuestrados por oficiales de este castillo que quieren saber que ocurrió realmente con Conciliabilis el embajador de la guerra y paz, y por el otro lado, o mejor dicho alrededor nuestra están ya las fuerzas de Escarpín.

YOUILOVINA: Habla el rey de huir por un pasadizo secreto y que seas tú, olmo, quien dirijas la operación, en compensación por todos los anteriores agravios.

OLMO: ¡Oh!, es un honor para mí.

USURBINA: ¿Y quien es ese Conciliabilis?, o mejor dicho, pues ya sé tal como dijiste que es el embajador de la guerra y paz, ¿Qué le ocurrió?

YOUILOVINA: Para resumir decirte que es un traidor al que tuvimos que matar, pero como aquí hay más traidoras y traidores están ya pidiendo que la justicia, la justicia de ellos y ellas caiga sobre nuestras cabezas.

USURBINA: ¡Difícil está la cosa entonces!

YOUILOVINA: ¡Ya!, pero por suerte no todas y todos los oficiales ni siervas y siervos de la corte que viven en el castillo son traidoras y traidores. Ahora mismo hay una pequeña guerra dentro del castillo, se están matando entre sí. Remulin es el único que sabe donde está el pasadizo secreto. Es la persona, luego de mí, en la que más confía Causto Lígito. Él y Olmo son los que nos guiarán para salir de aquí. Habrá que tener cuidado en quien confiar y en quien no

OLMO: Yo de esas cosas sé, tengo intuición, sabré decir, este es un traidor y esta no, llegaremos al pasadizo y huiremos. Bien, y ahora para brindar por los nuevos tiempos que se avecinan allá donde el reino del País de las Sirenas para todas y todos nosotros  se me ocurren  estos versos:

“Me das una huella de tu ancha avenida?
¡Es tan pequeñita también tu puerta!
Y es que tengo una enorme cabañita
Para ti preparada en lo alto de mi montaña.”

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.