jueves, 10 de octubre de 2013

FANTASIA DE CORTE Y NOBLEZA : ACTO III, ESCENA IX




                      ACTO III
                       ESCENA IX
 
 
 
 
 
(Valle de la encrucijada, a unas cincuenta leguas del castillo del rey de Fontipanerika. Están dentro de una tienda de campaña Escarpín conde de Panerikafonti y Corax, general supremo militar del condado de Panerikafonti,)

 

 

 

ESCARPÍN: Y bien, Corax, así que el castillo y la capital del reino de Fontipanerika..., todo bien..., ¿no es así?

CORAX: ¡Efectivamente! ¡Se han rendido!, todo ha salido bien, ha habido bastantes bajas durante la campaña “Castillo Vencido”, como es lógico adivinar, pero al final todo ha salido bien

ESCARPÍN: ¿Y el castillo, pintado está ya de negro?

CORAX: Todo de negro, hasta los cocodrilos del foso también

ESCARPÍN: Hasta los cocodrilos del foso también, ¡Qué bien! ¿Cortasteis las cabezas esas....?

CORAX: ¡Oh su ilustrísima! ¿Cómo no?, ¡por la fe de nuestro señor todopoderoso!, y es que..., en verdad no podría ser de otra manera. Efectivamente cortamos las cabezas de algunos campesinos cogidos al azar, mujeres también y niñas y niños, delante de todas y todos quienes por allí viven para que así sirviesen de escarmiento. De ese modo fueron sometidas y sometidos al...

ESCARPÍN: ¡Bien!, de acuerdo, con eso ya vale...Excepto el agua a mares, ríos y en todos los otros estilos, así como las montañas, campos de labrantío y ganado doméstico todo lo demás debe ser pintado de negro. Pero..., así que algunas y algunos lograron huir por un pasadizo secreto que parece mágico, tan mágico que sabiendo desde que estancia del castillo estaba su boca  no se dio con él...

CORAX: Verá, la cuestión no es exactamente así. Sí dieron luego con la entrada las y lo oficiales que se rebelaron por mayoría contra el rey, aunque costó bastante tiempo dar con ella y abrir la trampilla. El problema mayor estaba luego, pues tenía el sendero bifurcaciones por todos los lados, primero unos veinte metros rectos en un paso estrecho, luego una pequeña concavidad en el terreno de suelo todo él de losa, sin posibilidad de huella alguna. De ahí partían otros seis distintos con otras tres bifurcaciones cada uno que...

ESCARPÍN: ¡Ya!, y entre quienes escaparon  mi hija estaba con ellos y ellas. ¡Bueno!, ahora da igual, ya no hay nada que hacer, por lo demás el caso es que ese estúpido marqués hizo lo que yo esperaba, aunque el resultado fue que murió

CORAX: ¡Ah!, ja, ja..., ¡estupenda la jugada esa!, la verdad...permítame decirle..., ¡tiene usted un olfato genial!

ESCARPÍN: ¿Olfato?

CORAX: Perdón..., ¡su ilustrísima!, lo que quiero decir..., es que, lo que quiero decir es que es usted muy inteligente sabiendo anticiparse a los deseos de la gente

ESCARPÍN: Saber anticiparse, como supe, a los movimientos del neófito marqués Palantrix en ese espacio y tiempo determinado no creo que fuera yo cosa tan difícil. Yo me di perfectamente cuenta luego a última hora de tu partir de que el marqués te intentaría sobornar para entrar él primero en el castillo.

CORAX: Pues a mi me parece muy complicado saber anticiparse así en detalles tan concretos a las y los demás.

ESCARPÍN: Era evidente que Palantrix querría suplantar tu personalidad y entrar en el castillo como si fuera un hombre de paz. Era él muy tradicional...Yo así le dejé pues vi en su ambición un propósito inequívoco de querer rescatar a mi hija Usurbian y así una posibilidad de traerla hacia nuestro territorio otra vez. ¡Pero la cosa salió mal!

CORAX: No todo puede salir bien en esta vida...

ESCARPÍN: Eso en tal caso lo tengo que decir yo, querido Corax, tu figura y aspecto es casi como la de un cuervo, tú te debes a mis designios y no debe haber lugar a la duda y el deber cumplido. Peo..., bien, como ya sabes he cambiado los planes y he esperado tu vuelta porque al final he decidido que lo mejor es que tú te vengas conmigo en el ataque definitivo. Yo entraré hasta el mismísimo lago de los deseos, donde gracias a Críspulo y Tirreno, oficiales del rey, sabemos que allí se encuentra Mouadiviche. Si ella cae, si cae el lago, el reino, su reino y el principal contrincante para mis deseos habrán lógicamente sucumbido, mis principales enemigos y enemigas.

 

 

(Entran Cuervo uno y Cuervo dos)

 

CUERVO 1: ¡Su ilustrísima!, ya estamos aquí

ESCARPÍN: ¡Ah, bien!, por vuestro aspecto se diría que estáis hambrientos. Cuervos sois, y domesticados en el desierto para la batalla, donde el mismísimo Corax os adiestró.

CORAX: ¡Bien, fue todo un placer!

CUERVO 2: ¡Corax es un traidor!

CORAX: ¿Eh?, pero..., ¡como te atreves! , ¡Maldito córvido!

ESCARPÍN: ¡Vaya!, ¿has oído eso bien, Corax?..., aquí dicen que eres un traidor

CORAX: Pero.., ¡no entiendo! ..., ¿vas a..., vas a creer..., en la palabra de unos..., malditos cuervos...?

ESCARPÍN: Tú eres muy parecido a ellos, casi sabes volar también, de hecho te crecen alas en la parte dorsal aunque no sean efectivas...

CORAX (Gritando): ¡No hay ningún fundamento para creer esta infamia!

CUERVO 1: En el desierto de Urlituamina  y junto a otros oficiales planeasteis conspirar contra Escarpín y el condado

ESCARPÍN: ¡Vaya!, son grandes acusaciones estas...

CORAX: Pero, ¡esto es inaudito!, porque..., ¡esto es todo mentira! Dime entonces..., dime..., ¡Corax!

CUERVO 2: En una de las conversaciones pudimos escuchar que la traición se llevaría a cabo con la colaboración  del marqués Palantrix al tomar el castillo de Causto Lígito, el rey de Fontipanerika.

CORAX: Acaso piensas..., acaso piensas que si fuésemos..., que si fuésemos a conspirar contra ti..., nos dejaríamos...

ESCARPÍN (Hablando muy bajito): ¡O sea!, ¡que el castillo está tomado por traidores!

CORAX: ¿Cómo?

ESCARPÍN: El marqués Palantrix murió en el castillo y el amotinamiento de la sexta legión se vino abajo, y en la legión del condado que estaba bajo tus órdenes y que junta a la otra tomaron el castillo reina la confusión.

CORAX: ¡No sé de qué hablas!

ESCARPÍN: ¡Es curioso!, tú que dices ser tan religioso y de ferviente amor hacia el Dios todopoderoso, la verdad es que no has sabido instruir bien a los cuervos en la doctrina suprema del arrepentimiento y sacrificio.

CORAX: Eso es...eso es porque..., porque es difícil..., es difícil que dejen de ser cuervos.

ESCARPÍN: ¡O sea!, que según tú ellos no están facultados para creer en el Dios supremo

CORAX: Yo..., no, solo...digo, que es difícil, es difícil..., que dejen de ser cuervos.

CUERVO 2: Un cuervo entiende de esas cosas pero a su manera, ignorándolas

ESCARPÍN: ¡Lo ves!, pero..., ¡si no creen en nada que no sea más que la materia! ¡Quien sabe!, ja, ja, ja...igual es mejor así. Yo he viajado mucho..., es como si hubiese vivido mucho tiempo. ¡Yo los conozco mejor que tú!, ja, ja, ja... ¡mejor será que siga siendo así!, ja, ja, ja...; así pues, que conserven su instinto natural, ja, ja, ja...

CUERVO 1: ¡Cuervos somos y estamos hambrientos!

ESCARPÍN: Supongo entonces, querido Corax , supongo entonces que como buen creyente que dices ser, ja, ja, ja..., como buen creyente que dices ser, ja, ja, ja..., pues..., querrás rezar una plegaria antes de morir, para que disponga el supremo de un buen sitio para ti  en el reino de los cielos , ja, ja, ja...

CORAX: ¡No!, ¡por caridad!, pero...,esto es... una locura...,una pesadilla...,¡te lo pido por ese..., Dios que tanto..., que tanto veneras, y que yo..., y que yo no supe querer...,como tu...,¡por favor!, si eres bueno...

ESCARPÍN (Gritando): ¡Yo no creo en la bondad de los hombres!

CUERVO 2 (Andando hacia Corax): ¡Yo tengo mucha hambre!

ESCARPÍN: ¡Pues ya sabéis!

CORAX (Desenvainando la espada):    Pero..., ¡no puede ser!..., no..., por..., piedad.., ¡no! ¿Vas a creer..., en la palabra de...?

ESCARPÍN: ¡La palabra de un cuervo es suficiente! Estas cosas las aprendí yo en la vida, ja, ja, ja..., ¡yo aprendí muchas cosas en la vida!, ja, ja, ja... ¡sí!..., ja, ja, ja..., ¡muchas cosas!

CUERVO 2  (Mordiendo la yugular de Corax): ¡Mucha hambre yo también!

CORAX: ¡Maldi...!, ¡Oh!, me, cuervo asquero..., me..., me des...angro!, muer..., muerto, es...toy

ESCARPÍN: ¡Muerto estás!, ja, ja, ja... ¡sí!..., ja, ja, ja...,

CUERVO 1: ¡Deliciosa carne!

ESCARPÍN: ¡Bien!, invitad luego a los de mayor rango, que mientras acabáis de comer os voy a hablar ahora de estrategia militar, una estrategia que ya conocéis pero que sirvan estas palabras para alzar la moral, al mismo tiempo que doy las órdenes oportunas.

CUERVO 2: Debería usted de probar esta carne, está deliciosa, francamente exquisita

ESCARPÍN: Pero antes de nada vamos con lo nuevo, y es que una de las legiones vuestras, la comandada por Cuervo dos va a ir hacia el castillo y aplastará a las y los traidores que por allí queden, y reunirá a los militares que no sean oficiales de las otras dos legiones, la de Corax y Palantrix que quieran volver a donde les corresponde y así regenerarse. Desde allí compondrán una unidad de  retaguardia acompañados por tres cohortes de cuervos, mientras tú, Cuervo Dos, esperas en el castillo con las otras siete que conforman la legión.

CUERVO 2: ¡Será un placer!

ESCARPÍN: Y ahora entras tú y yo también en escena, Cuervo Uno...Nos encontramos a setenta leguas del Lago de los Deseos y contamos con dos legiones, una de cuervos que tú guiarás y la otra de humanos que guiaré yo. A partir de ahora el paisaje nos irá adentrando en una línea de bosques de muy diversas especies como robles, arces, hayas  y avellanos entremezclados con otras especies como acebos o castaños que dan una sensación de unidad corpórea establecida desde el contraste de sus diversas tonalidades que incitan al alma a un vivir alzado ante un extraño poder de ilusión. Cuando estemos a unas veinte leguas del Lago observaremos unas montañas de fondo erguidas como  sepulturas vivientes de gigantes guerreros del pasado...

CUERVO 1: ¡vaya!, que cosas tan estupendas...

ESCARPÍN: ¡Bien!, sí, esto..., pero no debo yo desviarme del tema, de la estrategia militar. Cohorte, manípulos, centurias, contubernios..., todos dispuestos para fijar el orden en el uno e indivisible ser consciente de carácter bélico. Todo dispuesto para el combate entre diferentes seres de la tierra, y así es que toda dispuesta en la forma que le da vida va la legión.

CUERVO 1: ¡Como debe de ser, el orden es fundamental!

ESCARPÍN: Y la disciplina, mi querido amigo, y la disciplina también, para que así ese orden establecido no tenga posibilidades de desestabilizar. Lo fundamental es la combinación. Si hay caballería que sea esta pesada y ligera también. La ligera viene bien para pequeñas incursiones ante tropas enemigas rezagadas y producir en ellas un efecto de estampida. Los carros armados con jabalinas y arqueros abrirán el paso a la infantería que se desplazará geométricamente.

CUERVO 1: Estupendo para los humanos, pero nosotros los cuervos somos unidades de vuelo.

ESCARPÍN: E invención mía. ¡Esta va a ser vuestra primera batalla!

CUERVO 1: Y grandioso nuestro agradecimiento...

CUERVO 2: Perdone usted su ilustrísima, pero tengo entendido que estos esquemas de guerra entre los humanos ya antes se hacían...

ESCARPÍN: Pero..., ¿será posible?, ¿cómo te atreves?, ¡en fin!, lo dejaré pasar por esta vez.

CUERVO 2: ¡Oh!, perdone, lo hice sin mala fe, no entiendo bien..., como soy cuervo...

ESCARPÍN: ¡Será eso!, en fin...

CUERVO 1: ¡Será eso sin duda!, pero aprenderemos, discúlpele en mi nombre también

ESCARPÍN: Bueno..., pero hay que estar muy atentos, pues yo conocí a Mougadiviche y llevaba ya de aquellas dentro de sí una fuerza vital arrolladora. Desconocemos su reino aunque yo no desconozco ese territorio, y puedo decir que es como la tierra que espera a que alguien sueñe con ella, forjando así una naturaleza que conecta con el alma y parece que espera a un encantamiento de un ser que se transforma en condición sobrenatural por estar unido a las raíces de su propia maternidad

CUERVO 1: Estas son cosas naturales entre humanos y no así entre nosotras las aves, aunque nosotras a nuestra manera también sabemos agradecer a madre naturaleza

ESCARPÍN: Avanzará mi legión en bloques de filas de tres, la una más retrasada que la otra para que si la primera o segunda se viesen amenazadas  poder entonces replegarse hasta la última y volver así a recomponer la situación. Como si fuésemos máquinas. Otras dos líneas auxiliares a ambos extremos compuestas de arqueros irán abriendo camino haciendo escaramuzas de secos avances hacia el frente con rápidos retrocesos.

CUERVO 1: ¡Magistral!

ESCARPÍN: Y así como si fuese en un escenario teatral que rápidamente tiene que cambiar el entorno pasar de filas verticales a horizontales...

CUERVO 1: ¡Es un compendio armonioso!

ESCARPÍN: Así iremos avanzando mientras que vosotros iréis entrando en escena siendo los primeros en abrir paso desde el aire lanzándose en picado hacia la yugular

 
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