jueves, 17 de julio de 2014

HECHIZOS Y CONSIDERACIONES ACERCA DEL GRAN RÍO DE LA FELICIDAD. ¿UN PARAÍSO MÍTICO?



“Una voluntad eterna surge en la nada, para introducir la nada dentro de algo, a fin de que la voluntad se encuentre, se sienta, y se contemple a sí misma”.


Signatura Rerum I.8. «El Tao devino el Uno», Tao Tê Ching II.426.

 


    


Sinograma de la palabra tào,  ‘camino’
             

 INTRODUCCIÓN   

 

No debo dejarme llevar por el precipicio de la precipitación y esperar acontecimientos. Todas las enseñanzas recibidas cuando estaba  en el mundo de la patriarcalidad adquirida cobran ahora mayor valor. Aquellas palabras documentadas, ahora, forman parte del paisaje, y se introducen en mis más sutiles partículas sentimentales, ionizadas con este aire sensible y silencioso de las altas montañas de este subcontinente meridional.”

                             

¡Hola! Bien… Quien así habla en la cita es Kasîb. Pero, primero me voy a presentar yo. Me llamo Piolet y soy marsellés, para más señas. No hace falta extenderse mucho más en mi condición social, ni ninguna otra circunstancia, sino tan solo en la que se refiere al momento en que descubrí un libro. El libro se llama: “El largo río de la espiritualidad". Es un  libro de aventuras de la antigüedad. Yo así me lo tomo. El libro consta de siete tomos con setenta veces siete capítulos cada tomo, con lo que hace un libro de cuatrocientos noventa capítulos cada tomo, con el resultado de tres mil cuatrocientos  y treinta capítulos en total, al constar el libro de siete tomos. Kasîb es una de las siete personalidades narradoras del tomo VII de este libro, y lo que acabo de citar de él como cabecera es un fragmento de ese tomo de la obra, que a su vez lleva este por título: “El espíritu de Wakytem”. Decir que este libro me abrió las puertas de la curiosidad en torno a la mística que hay alrededor del ser universal infinito. Decir que no he leído todo el libro, pero no tan solo porque el libro sea tan extenso, sino porque es un libro diferente a todos los libros, pues es un libro rebelde y revelado, en el que el revelamiento es rebelde por el hecho de solo ser reveladas ciertas partes del libro a diferentes lectoras y lectores según sea tal o cual, capítulo, tomo o tan solo un fragmento o siquiera una sílaba del libro, y a mi, Piolet, marsellés para más señas, me fueron revelados fragmentos sueltos del tomo VII de este libro, el titulado, por ya mencionado “El espíritu de Wakytem” . Coges un tomo cualquiera (normalmente todo empieza en el número  uno, pero para este caso da igual, coge cualquiera, el cinco o seis si quieres, que da igual), lo abres y empiezas a leer. Entonces, ocurre que las letras  se borran a medida que una o uno intenta leer si no le ha sido el libro, ese tomo, ese fragmento, esa sílaba o esa letra revelada. Cuando el revelamiento recibido es minúsculo, el significado lógico se hace más oscuro, se debilita la comprensión pero no el espíritu, por lo que hablamos de libros posibilistas de carácter enigmático, como este del que estoy hablando, “El largo río de la espiritualidad”. En él se encierra una diversificación subatómica de su propia multiplicidad y una conexión espiritual permanente infinitesimal con quien alguna de sus materias está leyendo. Pero, ante tanta inmensidad, como respuesta, el ser humano  hace de ciertas ilusiones una costumbre para favorecer una liberación ante la infinitud, y por eso son hermosas las costumbres, aunque se manifiesten a veces en nuestra imaginación caprichosamente algunas que viven etéreas, como colgadas de una eterna nube y les llamamos obsesiones, que, por su esotérico condicionamiento, y en beneficio de la salud mental las intentamos eliminar sin haberlas estudiado en beneficio del conocimiento. En fin, no quiero salirme del camino que pretendo y empezar a filosofar de esto y aquello. Así pues, es cuestión esta la de este libro, bastante también de paciencia y equilibrio mental. Pasar hojas y hojas vacías hasta dar con una escrita, esa es la disposición voluntaria de nuestra posición ante la revelación de la vida, de la madre naturaleza. Y así, revelación tras revelación, favoreciéndose la una con la otra, se multiplica el conocimiento y la procreación de la sabiduría, y con ello la sensación de calma, aunque sigan quedando muchas cosas por hacer para sentirse bien, pero la voluntad debe salir en esa batalla fortalecida y no debilitada, en su lucha contra las propias y enemigas abstracciones demoníacas del  abatimiento y desespero, a las que se debe vencer en la vida individual y colectiva.



¡En fin!  La cuestión es que las siete personalidades narradoras del tomo VII de este libro, del cual algunos fragmentos a mí, Piolet, marsellés, para más señas, me fueron revelados, fundaran una sociedad... Una sociedad secreta,  aunque, sin secretos, para entendernos... Esto era así debido a  que , y entre otras cosas  no era una sociedad como se suele entender por este término al hablar de organizaciones de ámbito particular de cierto orden interno, en el que dicho orden  les hace poseedoras de un cierto carácter siniestro, debido a lo  desconocido de sus reglas para el resto de mortales. No se trataba pues de algo hermético, puesto que ya desde un principio sus siete fundadoras personalidades o pilares se reunieron en los espacios abiertos. Se introducían entre la multitud, como si fuesen monedas de cobre que se precipitasen sutilmente y de manera sensual en las hendiduras de las rocas, refrescadas por el salpicar del agua clara, estableciendo así, nuevos flujos comunicativo. Bien se podría así decir que eran animadoras y animadores de calles y rutas de peregrinación naturales de la trashumancia humana. Utilizaban ciertos ceremoniales rituales en montañas y ríos convenientemente señalizados.... ¡Solo señalizados para ellos y ellas, claro está! Pero, lo principal y en común con las sociedades iniciáticas  era esa máxima de: “como objetivo la búsqueda de la verdad y fomentar el desarrollo social y moral del ser humano, además del progreso social”. Así pues, ahondaban en los caminos del saber con los utillajes propios de las fábricas de la melomanía arqueológica, archivística, filosófica...En fin, esas fábricas incrustadas en los pequeños arroyos de esos afluentes del gran río que es el libro de la sabiduría. Y creían de verdad que su metodología podría valer para alcanzar una respuesta satisfactoria a algunas de sus dudas, y hacer así valer en sus estados de interior espiritualidad, un sentido nuevo de responsabilidad que fuese brocha dorada para la exteriorización menos quebradiza, digámoslo así, de ese estado anímico,reflejo del estado espiritual.

 Atlas sosteniendo un monumento budista.Art of Gandhara in the Musée Guimet, Atlas (mythology), Hadda
  
Lo primero fue formar un colectivo. Abrir surcos de ilusiones y senderos luminosos en el sentir humano, y así, desde esas zanjas, sembrar la cíclica semilla anual en un campo que venía anteriormente aridificado por las circunstancias de una infertilidad adquirida por siglos de abatimiento espiritual. Siglos que  trajeron consigo la falsa impresión de ser inútiles los esfuerzos por sacar el fruto verdadero de la tierra, en un mundo de falta de conciencia humana, y no echar así las culpas de esa esterilidad al producto y suma de otras divagaciones de tipo geológicas o climatológicas, de especiales dificultades técnicas para el mundo de la verdadera germinación del áurea positiva de esa espiritualidad. Así pues, en ese ambiente nació la alianza de la SOCIETY WAKYTEM, a mediados del siglo XIX. Llamada así, no por algún motivo de especial importancia en forma de código secreto ni nada por el estilo, sino simplemente como un ejercicio acrónimo en recuerdo de las siete personalidades fundadoras  de la sociedad. El verdadero nombre de la sociedad nunca se llegó a saber. Wendy, Ania, Kasîb, Yenih,Theobold ,Eugene y Madeleine, las siete personalidades narradoras del tomo VII de este libro, del cual algunos fragmentos a mi, Piolet, marsellés, para más señas, me fueron revelados fueron halladas muertas en extrañas circunstancias...Bien! En realidad..., esto último no es así... Es esta una manera de decir, pues lo cierto del caso es que sus cuerpos nunca aparecieron. Fue como si se las tragara la tierra desde un día determinado. La realidad, fue, que lo que en un principio empezó como una sociedad filantrópica más, como la tantas que había en la época, de contadas almas en cierta manera conspiradoras, acabó siendo otra cosa completamente diferente, hasta el punto de formarse estrechos vínculos entre el pueblo y los primeros creyente de esa sociedad, aparte de las ya siete personalidades nombradas como fundadora. Fue aumentando el contacto con la gente en las plazas y aledaños de las fábricas y se empezaron a hacer peregrinaciones conjuntas a la montaña, así como baños tranquilos, místicos,  placenteros y colectivos  en las aguas de ciertos ríos. Esto de los baños vino muy bien para la piel y para el alma. También se establecieron dentro de sus fieles seguidores y seguidoras ritos de paso divertidos y originales, como era el de enterrar la nariz en la tierra luego de la recogida de las primeras cosechas de primavera. Había fervor popular en comunión con la clase obrera, grados cada vez más altos de entendimiento por el buen oficio de la construcción de los pilares básicos de toda sabiduría, y se hizo justicia en aras de aquellas sustentaciones de carácter primigeniamente divino que anteriormente pasaban por esotéricas, irrelevantes e incluso cómicas, como era el caso de la comprensión y ejercicio práctico de la escritura jeroglífica. Un sitio preferente para disfrutar de esta afición era en la bretaña francesa. Así, se les podía ver ciertas noches en torno a una hoguera, escribiendo glifos en la arena, en la costa de Saint-Nazaire. Lo cierto es que no tenían un punto en común donde reunirse, siendo así que el marco de operaciones en un principio se  extendía por  la Europa Atlántica, para a continuación internarse en la cordillera de los Alpes y de ahí hasta la zona de los Balcanes y partes más septentrionales de la Europa central. En cuanto a la parte técnica del estudio investigador , iba ella determinada por la idea en común acuerdo de sus miembros de que el espíritu, esencia inspiradora, que permite obrar en armonía desde el púlpito emotivo de las pasiones sutiles incontroladas, fuese o no ese espíritu de infinito universal, adolecía de falta de comprensión por el abandono de su objeto de estudio , y así sentenciado a la oscuridad del gran abismo, ogro universal o llámenle como quieran, quien sabe si para así ser devorado por su propia entidad creadora. Esto conllevaba el hecho de considerar como primer enemigo del espíritu libre y universal infinito al poder establecido al servicio del sistema capitalista que se estaba gestando, como era evidente.

                                                                   Bordeaux mascaron franc maçonnerie rue Fernand Philippart

El poder establecido decidió entonces que tenía que intervenir. Se prohibieron las reuniones de dicha sociedad, con lo que pasó a ser algo perteneciente al reino clandestino y se les calificó de enemigos del bien público. Y ya se sabe lo que eso significa, represión y más represión. Pero, ¿Cuál fue, entonces, el destino de las siete personalidades fundadoras de la “SOCIETY W.A.K.Y.T.E.M”, Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene y Madeleine? ¡Óh!, Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene, Madeleine...! ¿Qué les pudo ocurrir para haber desaparecido misteriosamente? Casi todas las hipótesis posibles alrededor de esta pregunta giraron, hace unos años, alrededor, a su vez, de que fueron asesinadas bajo el abrigo de otras sociedades y el poder establecido. Estas sí, sociedades secretas, que se afianzaban a nivel mundial, bendecidas por la Iglesia Católica. El hecho de que no haya constancia de todos estos hechos históricos que estoy narrando en los libros de historia de las escuelas y en las bibliotecas, no quiere decir que no ocurrieran, ni que esta constancia de hechos muchas veces aparece intencionadamente velada o sincretizada ya en otras circunstancias, manipulando así la esencia, cualquiera que pueda ser ese interés particular o histórico para que se desarrolle esa intencionalidad manipuladora. ¡Óh!, Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold! Ahora bien, por mucho que se especule siempre estará la duda sin resolver, y por eso de las hipótesis basadas en el hecho de : “¿Qué les pudo ocurrir para haber desaparecido misteriosamente?” pasamos a las otras hipótesis de: ¿Existieron verdaderamente? Aquí, existir verdaderamente significa existir corpóreamente, como entendemos que existimos, un cuerpo que guarda una mente. Entre quienes defienden la hipótesis de la credibilidad histórica y existencia mundana de estos hechos están los y las que aseguran un  poco con el punto de mira  de quienes se inspiran en los libros sagrados y sacan sus conclusiones, sin darle especial importancia al hecho de que pudieran no haber existido, porque la realidad facilita la comprensión de que de alguna manera existieron. Es el caso de la realidad material velada de la que hablaba. Pero hay también otras circunstancias que alimentan otras hipótesis y que giran en torno a las hipótesis de ¿Existieron verdaderamente? ¡Oh!, ¡Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene, Madeleine...! ¿Cuáles son esas otras hipótesis? Bien, pues lo cierto es que se piensa también en la posibilidad de que no murieron Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene  y Madeleine, así como las otras posibles narradoras y narradores de los otros tomos del gran libro “El largo río de la espiritualidad” y que tan solo estemos hablando de espíritus bondadosos que viven en el aire, en el polvo del microcosmos y se manifiestan en persona, plantas, minerales, animales, galaxia..., y decidieran escribir un libro grande, anterior a los libros de la humanidad. No murieron porque nunca existieron, tal como conocemos la existencialidad, pues de lo que estamos hablando son de espíritus universales infinitesimales que se muestran en diferentes dimensionalidades  siempre en expansión, por lo que parece.



Tal vez existieron en la tierra Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene  y Madeleine, pero en un momento pretérito a los acontecimientos narrados en el libro tomo VII “El espíritu de Wakytem” y en otras circunstancias que tan solo aparentemente nada tienen que ver, como si estuviésemos hablando, entonces, de reencarnaciones  reflejadas en el libro  tomo VII “El espíritu de Wakytem”, que a mí, de ese libro, de ese tomo, algunos fragmentos me fueron revelados. Desconozco casi todo de los otros tomos de ese libro, del gran libro “El largo río de la espiritualidad”, y digo lo de casi todo porque me fueron revelados todos los tomos, en  realidad, y no solo partes del VII , pero todos llenos de hojas vacías de contenido literario, excepto  las que corresponden a los fragmentos de esas partes del libro tomo VII “El espíritu de Wakytem” que a mi me fueron reveladas, por lo que en la práctica podemos decir que son las  que a mi me fueran reveladas, cuando en realidad fue revelado todo el gran libro “El largo río de la espiritualidad”, cuyo título aparece en el tomo VII de ese libro. . ¡Ahora bien! en los últimos tiempos, para los melómanos y melómanas del tema que rodea al gran libro “El largo río de la espiritualidad”  la respuesta no es otra cosa que este libro nunca existió. ¡Qué horror! ¡Es la negación de la existencia misma!. Se basan en el dato de que a nadie más que a mi, por lo que se conoce, se le fue revelada alguna parte de este gran libro, por muy  pequeña que sea esa parte, o todo el gran libro “El largo río de la espiritualidad”  ¡Oh, aflicción! ¡Aparta de mí, luz provocadora de las  tinieblas! ¿Porqué entonces..., si no...? ¿Quién soy yo si no, Piolet? ¿Quién soy yo si no yo, Piolet, marsellés para mas señas...? ¿Por qué se pretende decir que yo miento, como si no se me fueran reveladas partes del tomo VII del gran libro “El largo río de la espiritualidad”? Espero entonces con ansiedad que aparezca alguien que manifieste públicamente que alguna parte de este gran libro, o todo el gran libro “El largo río de la espiritualidad” también se le reveló. Lo cierto es que desconozco de persona alguna a la que se le haya revelado el gran libro “El largo río de la espiritualidad”, pero como yo soy persona y a mi me fueron  revelados  fragmentos del libro tomo VII “El espíritu de Wakytem” asumo conscientemente el hecho de que este libro fue con la mayor de las probabilidades revelado, y en fragmentaciones, al igual que a mi, a otras personas. En cualquier caso, fueran espíritus o fueran multiplicidades de las vivencias infinitesimales del espíritu universal infinito, el caso es que poseo dentro de mi memoria esos fragmentos del tomo VII de “El espíritu de Wakytem” que me fueron revelados. Las teorías de las leyes de probabilidades, el estudio científico y espiritual de este libro, todas las cosas mágicas  que rodean a este libro y hacen de él un  misterio, irán entendiéndose mejor en la medida que se confirme la existencia de mas gente a la que se le fue revelado todo el libro o, caso mas probable, fragmentos dispersos de algún tomo de este libro, “El largo río de la espiritualidad”. En todo caso, la revelación no es divina sino emotiva, y como tal infinita, y se manifiesta de cien mil millones de infinitudes. En este sentido se puede decir que un libro infinito corresponde a una existencia y sus partes pueden ser reveladas o no a ese espíritu en la toma de algún tipo de conciencia. En este trabajo, “Hechizos y consideraciones acerca del gran río de la felicidad, ¿un paraíso mítico?”  pues, y con la ayuda de Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene  e Madeleine  del cual acabo ya su parte introductoria, no pretendo hacer  nada más que un espacio de diversión, unido al conocimiento y mi gusto por la divulgación desde el propio enriquecimiento espiritual. Así pues, hablaré de temas que se refieren a la historia antigua. ¡En busca de las raíces!, desde los textos escritos por Wendy, Ania, Kasîb, Yenih, Theobold, Eugene y Madeleine del libro tomo VII “El espíritu de Wakytem”, que corresponde al gran libro, “El largo río de la espiritualidad”, comentándolos y enlazándolos con otras documentaciones, ilustraciones, divulgaciones, pensamientos filosóficos, poesía y demás recursos de tan sugerentes disposiciones.
 
 
 
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